Rinde INAH homenaje a músicos tradicionales de Michoacán
MORELIA, Mich., 6 de octubre de 2013.- Una jornada emotiva, llena de homenajes fue la que se vivió en el IX Foro Internacional de Música Tradicional, donde se rindió homenaje y se entregaron reconocimientos a Los Campiranos del Sur, trío conformado por músicos de la comunidad El Platanillo, municipio de Tzitzio, Michoacán, por sus aportes en el rescate de la música tradicional de la región de Tierra Caliente.
De acuerdo con un comunicado de prensa, César Moheno, secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hizo entrega de los reconocimientos a los músicos Elías Gamiño García, Miguel Gamiño Gutiérrez y Celso López Gallegos (en ausencia), por sus aportes al patrimonio musical de México, “mediante el trabajo que durante años y años han hecho no sólo para conservarlo y difundirlo, sino para crear la música tradicional mexicana”.
El doctor Moheno señaló que, después de escuchar las añejas composiciones de Los Campiranos del Sur en el IX Foro Internacional de Música Tradicional, “queda muy claro el esfuerzo que desde hace décadas realiza la Fonoteca del INAH, para el rescate, investigación y preservación de la riqueza musical de nuestro país”.
La ceremonia tuvo lugar en un abarrotado Auditorio Jaime Torres Bodet, como parte de las actividades académicas de la XXV Feria del Libro de Antropología e Historia (FLAH), que finalizó este el domingo 6 de octubre en el Museo Nacional de Antropología (MNA).
En la presentación de Los Campiranos del Sur participaron Elías Gamiño (violinista), su sobrino Miguel Gamiño Gutiérrez (tololoche), David Durán Naquid (guitarra armonía) responsable del rescate de la sonoridad y el repertorio de trío tradicional michoacano, y Martín Dagio Almonte (guitarra), originario del municipio de Turicato, Michoacán.
David Durán relató que viajó al municipio de Tzitzio con la intención de buscar músicos viejos que conocieran el repertorio antiguo de Tierra Caliente. Autoridades municipales lo enviaron al Platanillo, donde encontró a don Elías Gamiño, violinista que había dejado de tocar hacía 14 años.
“Dejé de tocar, en parte, porque se llevaron al guitarrero para Estados Unidos, que se llama Celso López, y nomás quedamos mi sobrino Miguel y yo”, recordó don Elías Gamiño. “Cuando era joven tocábamos mucho en fiestas; nos llevaban por todos los pueblitos de la sierra hasta Lázaro Cárdenas, y tocábamos en bodas y cumpleaños, muchas fiestas.
“Una que otra melodía sí se olvida, pero lo que me falta es práctica, además me enfermé de los ojos. Ahora con el maestro David estoy recordando la música regional de nosotros: sones, gustos, huapangos y una que otra cancioncita”, dijo don Elías Gamiño.
“Tocamos sones, como el San Juan Huetamo, La tortolita, Perpineda, La rabia, y los jarabes antiguos que aprendí de niño con mi abuelito, que antes no se mentaban por jarabe, decíamos échame un güinumo, que era un jarabe de esos pispunteaditos”, añadió el músico.
David Durán, presidente a de la asociación civil Música y Baile Tradicional, dijo que la intención de acercarse a los músicos de antaño es investigar, difundir y enseñar la música de la Tierra Caliente michoacana, así como organizar talleres y campamentos para niños y jóvenes donde aprendan