Proyectan El Acorazado Potemkinen el FMM
MORELIA, Mich., 24 de noviembre de 2012.- Y pensar que alguna vez estuvo prohibida en España y que durante el franquismo se hacían sesiones clandestinas para proyectarla.Y pensar que en Morelia se proyectó en el patio central de la Casa de Cultura a 87 años de su filmación.Y pensar que El acorazado Potemkin carga la fama de “la mejor película de todos los tiempos, “obra indiscutible del arte cinematográfico”, y todos los etcéteras que la crítica especializada y snob, puede procurar para este filme de Sergei Mikhalovich Eisenstein, y que la noche de este viernes se proyectó como parte del Festival de Música de Morelia “Miguel Bernál Jiménez”.¿Cine y música?De acuerdo a un comunicado de prensa, la razón fue contundente: considerado como uno de los compositores más innovadores y célebres de Gran Bretaña, Michael Nyman, quien posee una extensa obra que incluye óperas, cuartetos, bandas sonoras de películas y conciertos orquestales, presentó por primera vez en México la música que escribió en 2011 para la película (originalmente muda) El acorazado Potemkin.Remontándonos a la historia, la música de la película se cuece aparte. La primera versión fue obra del compositor austríaco Edmund Meisel y que, con los ruidos de la película sobrepuestos, a Einsestein le parecía ideal.Al ser restaurada la película en 1976, como banda sonora se usaron las Sinfonías 5, 8, 10 y "1905" de Dmitri Shostakóvich que le dieron al "Acorazado" un carácter infinitamente más conmovedor.En 2004 y 2007 los grupos "Pet Shop Boys" y "The Sun Kings" presentaron sus versiones de la música de la película, arreglada en estilo pop.Ahora se incluye la contemporánea versión propuesta por Nyman, cuyos acentos dramáticos potencian significativamente el filme. No importando los clichés o el peso del tiempo que se tienen respecto a la película como material indiscutible para los eruditos, y por supuesto, materia obligada de estudio para los cineastas.El acorazado Potemkin se estructura bajo el modelo de las tragedias clásicas, por cinco grandes actos titulados: Hombres y gusanos, Drama en cubierta, La muerte pide venganza, La escalinata de Odesa y Encuentro con la escuadra; mismos que funcionan como unidades autónomas, singular es el acento sonoro de la propuesta de Nyman para animar el sentido de la obra cinematográfica y aportar unidades de nexo y ruptura para dar paso a un status superior de la imagen. El éxtasis se consigue en varias secuencias donde queda plasmada la narrativa sonora como reflejo transparente de la ira popular que impregna todo el filme.Pero si hubiera una definición concisa para lo acontecido en la Casa de Cultura de Morelia, esta sería emoción. Incluso en el cielo, las nubes prefiguraron una especie de mar por donde navegaba no tan apacible el acorazado ruso.Y lo no tan apacible se revive en la anécdota: El acorazado Potemkin es la recreación fílmica de un hecho histórico en el marco de la Revolución Rusa de 1905. Los marineros, fustigados por las pésimas condiciones de vida a las que se veían sometidos, aunado al espíritu de rebelión de la época, se amotinaron y arrojaron al mar a los oficiales que mandaban en el barco.Es en Odesa donde los marineros encuentran solidaridad en tierra firme, misma que dura muy poco debido a la brutal represión ejercida por los cosacos.De tal magnitud fue la simbiosis entre música y cine. Arropados por la cantera, y ante un público que agotó las localidades dispuesta a lo largo y ancho del patio central. El aplauso fue mayúsculo.Admiración absoluta del público que quizá encontró cierta dificultad para conectar con el tema de la película de Einsestein, no así con la sonoridad al piano y orquesta de Michael Nyman, conocido sobre todo por las obras escritas durante su larga colaboración con el cineasta británico Peter Greenaway y por álbum multiplatino El Piano, perteneciente a la película homónima escrita y dirigida por Jane Campion.