La noche memorable con Mario Rigual en el desaparecido restaurante 303

El inesperado y casi fatídico encuentro con el compositor de «Cuando calienta el sol»
Alberto Carbot Una noche, a mediados de los años ochenta en la Ciudad de México, mi cuñado, Carlos Montes Lima, y yo decidimos visitar uno de nuestros lugares favoritos, el Restaurante 303.
Este lugar, fundado en los años sesenta, en la colonia Narvarte, tenía una rica tradición y era conocido por su grato ambiente y sus magníficos platillos. Se erguía en la esquina de Uxmal y Luz Saviñón.
El establecimiento de dos plantas era mucho más que un simple lugar para comer bien; ahí las amistades se forjaban y las historias se compartían, tejiendo una red comunitaria que perduró en el tiempo, hasta que, al paso del tiempo, avasallado por la modernidad o alguna situación que desconozco, cerró y su espacio fue ocupado por otro restaurante, el Villa Casona, concurrido luego por los entonces yuppies, conocidos por su estilo de vida y más acostumbrados a los platillos de moda, la comida rápida y la música grupera, norteña o mariachi en vivo.
La nota competa en Quadratín México