Triste festejo; Monarcas cumplía 70 años de historia
MORELIA Mich., 4 de junio de 2020.- Pareciera que fue ayer cuando el equipo rojiamarillo emocionara a chicos y grandes en la cancha del mítico Estadio Venustiano Carranza, con el equipo del pueblo, el de la gente: el Club Atlético Morelia; tradición extinta desde hace 24 años tras ser adquirida por la televisora del Ajusco.
Un 4 de junio de 1950, se creó el patronato Pro Equipo de Segunda División en tierras michoacanas, proyecto que se le denominó como Club Deportivo Morelia; y el cual terminó el pasado martes al confirmarse el traslado de la franquicia a Mazatlán, Sinaloa, por intereses económicos de su directiva.
La diferencia fue de 36 horas para que la leyenda de Monarcas Morelia, nombre adoptado por el club en 1999, terminara antes de cumplir los 70 años de su fundación. Sin embargo, sus orígenes datan desde noviembre de 1924, con el nacimiento de un equipo amateur llamado Oro Morelia.
Desde siempre, con los colores del escudo de armas de la ciudad: azul rey, amarillo y rojo. A la camiseta se le agregó una franja roja cruzada a la altura del pecho en señal de nobleza. Vestimenta que jamás olvidará la afición; sí, aquella a la que le arrebataron su equipo un 2 de junio del 2020.
Un equipo que vino desde abajo. Al Morelia nunca le regalaron nada, tal y como ahora se acostumbra, como ejemplo lo ocurrido en la Perla del Pacífico. La escuadra purépecha inició en la Segunda División a partir de la Temporada 1950-1951, en compañía del Irapuato, Pachuca, Querétaro, Toluca, Zacatepec y Zamora. Su casa era, el tan siempre abarrotado, Campo Morelia, testigo de grandes hazañas y de la primera aparición del equipo en Primera División en 1957, en donde el tico, Carlos Chino Láscarez, fue el autor del primer gol del equipo en un partido contra América en la capital del país.
En los sesentas, además de cambiar de sede al Campo Independiente y posteriormente al Venus, y con un joven delantero de origen uruguayo, Carlos Miloc, Morelia volvió a la Segunda División al final de la década. Después, en 1974, por una deuda económica ante la Federación Mexicana, así como la descalificación del equipo en la campaña 1970-71 por incidentes ocurridos en un duelo ante Zamora, estuvo a punto de desaparecer, de no haber sido por un grupo de 33 empresarios que se asociaron para reestructurar y manejar al equipo que, a partir de julio, quedó registrado como Club Atlético Morelia.
Después de la tormenta llegó la luz para los Canarios. Ya con Nicandro Ortiz, el 26 de julio 1981, luego de 13 años, los michoacanos lograron el regreso a Primera, al vencer al Tapatío 1-0 en el Venustiano Carranza. Horacio Rocha marcó de penal, que por global de 2-1 coronaba al equipo dirigido por Diego Malta, en la Final de vuelta de la Segunda División.
La máxima categoría llegó acompañada de Antonio Carbajal al banquillo, el inolvidable grito desde la tribuna: ¡al empate Morelia!, y uno de sus más valiosos tesoros: el Estadio José María Morelos, inaugurado en una batalla contra América el 9 de abril de 1989, con triunfo moreliano de 2-1 gracias al doblete de Juan Ángel Bustos, quien también fue el primero en sacudir sus redes.
A mediados de los noventas, Televisión Azteca compra el equipo y con ello llegaron los cambios y también el campeonato en el Invierno 2000, a costa del Toluca y con Luis Fernando como técnico de los rojiamarillos. Además, de los subcampeonatos del Apertura 2002 (Toluca); Clausura 2003 (Monterrey) y el más reciente registrado contra Pumas, en el Clausura 2011.
En el corazón de la fanaticada, siempre vivirán: Carlos Miloc; Antonio Villalón,
Carlos Láscarez, Horacio Rocha, Juan Carlos Vera, Ángel Bustos, Mario Juárez, Marco Antonio Figueroa, Claudio Da Silva, Darío Franco, Jorge Almirón, Ángel David Comizzo, Heriberto Ramón Morales, Carlos Morales, aunque la cuenta es muy larga.
Pero, sobre todo, la afición nunca olvidará sus colores, la identidad, la ilusión y la pasión que los volvió bipolares en momentos cruciales como la salvación en el 2017, con el histórico gol del peruano Raúl Ruidíaz, última figura y el único campeón y bicampeón de goleo en su historia.
Casi 70 años de historia echados a la basura por la directiva, pero no para sus seguidores, quienes se encariñaron con el equipo gracias al ímpetu de Doña Cholita, El Mago y El Semillas, hoy parte de esta historia que fue cerrada en medio de un año complicado para Morelia; Michoacán, México y el mundo.
“Únete a la porra, únete al Morelia, y gritemos juntos que es un gran campeón”.