Parque Lineal Bicentenario, deporte entre suciedad y delincuencia
MORELIA, Mich. 27 de agosto de 2018.- Entre la maleza se pueden distinguir dos pistas, una verde y otra roja, una para corredores, la otra para bicicletas y aventurándose un poco brincando zanjas se pueden encontrar gimnasios destartalados y juegos infantiles descarapelados.
Entre los grafitis y los logos que quedan de los gobiernos de Fausto Vallejo Figueroa y Felipe Calderón Hinojosa sobre unos muros que hay las intersecciones de calles se puede leer Parque Lineal Bicentenario.
Esa obra en la que se invirtieron 16 millones de pesos en su primera etapa y 20 más en la segunda, tenía dos propósitos, resguardar los ductos de Pemex que que ya quedaron dentro de la ciudad de invasiones y proporcionar a los morelianos del norponiente de la capital espacios para el deporte.
En solo ocho años el espacio y la inversión se perdió, hay asentamientos irregulares sobre los ductos como en su extremo poniente, donde poco a poco van tomando forma de casas, algunas ya de ladrillo y concreto, pero persisten los jacales de madera con trapos de tela como puertas y ventanas.
Uno de los gimnasios al aire libre que promovió Wilfrido Lázaro Medina quedó aislado porque los vecinos abrieron una zanja entre una de las pistas y la plataforma en la que se ubica para que el agua que baja encontrara cauce; otro, ubicado cerca de la avenida Evaristo Cabrera está destartalado y, por ejemplo, la escaladora, no tiene un pedal lo que la hace inutilizable.
Al recorrer el parque se puede uno encontrar con chozas de láminas de cartón en las se guardan los materiales de construcción de algunas de las obras que continuamente se construyen en la colonia Defensores de Puebla e incluso tramos de las pistas que son utilizadas como si fueran calles por algunos automovilistas.
Más adelante, sobre la prolongación de la calle décima que lleva a la colonia Niños Héroes otra invasión en la que incluso una de las áreas infantiles forma parte de un jacal, justo frente a uno de los postes en los que se instalan las cámaras de vigilancia.
Del otro lado del Estadio Morelos, en el tramo de la colonia Leandro Valle hay también gallineros y unos chivos entre las pistas del parque que supuestamente beneficiaría a unos 60 mil habitantes de 23 colonias del norponiente de Morelia.
Lo único que se salva es una cancha de basquetbol cerca del cruce con la calle Fronteras, pero es porque los vecinos la mantienen limpia, y podan la mala hierba que la rodea, entre la que esta temporada sirve de refugio para los moscos.
Pensar que los vecinos de colonias cercanas como la Fidel Velázquez o La quemada puedan utilizar ese parque lineal es prácticamente imposible porque el acceso principal está desecho ya que desde hace cuatro años no se le da mantenimiento.
La inseguridad es el principal motivo por el que los vecinos de colonias como Quinceo, Mirador, 23 de marzo, Seis de Julio, Flores Magón, Reforma o Defensores de Puebla no utilizan el parque ya que el abandono en el que está propicia que toda esa área de cerca de tres kilómetros esté sola.
Esporádicamente se pueden ver familias o parejas ejercitándose o paseando a sus perros, pero en cuanto ven a parejas o grupos de jóvenes prefieren retirarse a exponerse a que los asalten y les roben sus pertenencias.