Pese a malas condiciones, algunos camiones siguen operando en Morelia
MORELIA, Mich., 1 de agosto 2018.- Unidades del transporte público de modelos recientes circulan en la capital michoacana en coexistencia con automotores en malas condiciones de conservación, deterioradas y contaminantes, pese a lo cual permanecen en la prestación del servicio.
En las inmediaciones de la plaza Valladolid, también conocida como plaza San Francisco, coinciden rutas de combis y camiones que recorren la ciudad y cuentan con una alta demanda de parte de los usuarios, quienes en ocasiones no disponen de una oferta variada de opciones para transportarse.
En las vías laterales de la calle Vasco de Quiroga tienen su paradero las combis de la Ruta Gris, en tanto que en los carriles centrales se detienen las unidades de la Ruta Naranja, cuya flotilla ostenta condiciones de regulares a satisfactorias.
En contraste, camiones de rutas como Industrial y Dorado muestran un mayor grado de deterioro, así como más emisión de contaminantes.
Familias enteras, empleados y estudiantes utilizan estas rutas del transporte público, formados en los costados de la plaza Valladolid, a la espera del arribo del automotor que habrá de trasladarles a sus destinos.
No necesariamente viajan en las mejores condiciones: además del estado de conservación de las unidades, los usuarios enfrentan choferes que conducen con música o programas radiofónicos a alto volumen, realizan ascenso y descenso de pasajeros en espacios arbitrarios, utilizan el teléfono móvil mientras conducen, permiten el ascenso de más pasajeros que los que pueden contener los automotores con seguridad, o manejan sin las debidas precauciones.
De acuerdo con José Trinidad Martínez Pasalagua, las rutas que conforman la Comisión Reguladora del Transporte (CRT) se encuentran en buenas condiciones a causa de los esfuerzos de los concesionarios por mantener actualizado el parque vehicular, con unidades modelos 2018 y 2019.
Sin embargo, advirtió que en el caso de otras rutas la realidad es que no se han concretado estos esfuerzos y eso se traduce en unidades deterioradas y potencialmente peligrosas para los usuarios del servicio, transeúntes y automovilistas.
Entre los pasajeros, la queja es generalizada: Morelia enfrenta un servicio del transporte público de mala calidad que comprende desde el estado de las unidades, hasta el proceder de los operadores.