El voto inútil/Santiago Heyser
Ya me cansé de escuchar sobre el famoso “Voto Útil” que supone un voto “razonado”, en donde cancelamos nuestra selección de candidato(a) en la búsqueda de un mal menor.
El voto útil implica que no votemos por quién creemos que gobernaría mejor, sino por otro que pueda detener a quién pensamos que gobernaría peor. En mi opinión, este galimatías es una estupidez que atenta contra la esencia propia de la democracia, que implica que el voto razonado de cada mexicano sea por quién considera la mejor opción, dando como resultado un “elegido(a)” por una mayoría que votó libremente y un porcentaje de voto por las opciones diferentes (perdedoras) que refleja el peso específico de cada propuesta de gobierno y permitiría, de no ser manipulada, una plataforma de opositores reales en posibilidad de “negociar” con el “elegido(a)” gobernante en beneficio de la república y un gobierno plural con pesos y contrapesos, con un Congreso con representación real y no la “casa de putas” en donde hoy se “negocian en lo oscurito” leyes (ver ley Chayote) con acuerdos vergonzantes, en beneficio de grupúsculos, con supuestos representantes populares que sirven y se sirven con quién mejor pague; diputados y senadores a las órdenes del mejor postor, que venden sus lealtades y votos a cambio de prebendas y beneficios en detrimento del interés nacional; cosa de recordar las “Reformas Estructurales”, incluida la Reforma Energética, en donde Ricardo Anaya fue “aplaudidor rabioso” y cómplice de EPN con los resultados conocidos: aumento del precio de la gasolina, arcas vacías, endeudamiento histórico, políticos y expolíticos enriquecidos y asociados a empresas licitadoras, y dependencia política y económica de intereses extranjeros.
He expresado abiertamente mi rechazo a AMLO, porque considero inaceptable ser gobernado por quién sin prurito alguno suma a su equipo a “lacras” políticas como en mi opinión considero a: Napito, Monreal, Bejarano, Padierna, Salgado Macedonio y Ebrard, entre otros. Sin embargo considero más deleznable la intención de manipulación electoral en base a la mentira, al cinismo y a inducir el miedo en el electorado (práctica de los nazis), me explico: Si comparo un, en mi opinión “lumpen sindical” como Robero Deschamps (PRI) vs Napito (Morena), en mi opinión de similar calaña, sin duda mi rechazo primero es en contra el eterno líder y depredador petrolero del tricolor, que en contubernio con gobiernos panistas y priístas acabaron con Pemex. Lo mismo si hablamos de destruir instituciones, con el Peje es una posibilidad, con el PRI y el PAN es un hecho que podemos constatar con la PGR actual, la manipulación de la justicia en el caso de Florence Cassez, más la permisividad y contubernio por acción u omisión en el contrabando de armas de USA a México (Fast&Furios) durante el calderonato y el intento de desafuero vs AMLO durante el foxiato… Ahora sumemos la mal llamada guerra contra el crimen organizado (Los malandros están armados, los ciudadanos ¡No!, por lo que no es una guerra, es una masacre) que tiene a México con temor y envuelto en sangre: miedo le deberíamos tener a la continuidad que representa #PobreMeade III y la corrupción inocultable y evidente asociada.; por lo que asumo por convicción #NiUNVotoAlPRI y hago mía una reflexión que recibí por twitter: “El peligro no es volvernos como Venezuela, el peligro es seguir como México”.
Es por ello que escucho a candidatos expresando su deseo de ser favorecidos con el “Voto Útil” y es como si escuchara a mendigos pidiendo limosna para sobrevivir; con el agravante de que el limosnero ve por él y pide ayuda, en tanto el candidato, desesperado ante la posibilidad de perder, pide el voto útil para su beneficio personal, de grupo, de partido y de pandilla, con cargo a los mexicanos y alejado del interés nacional, para tener la oportunidad de lucrar con el presupuesto y las riquezas nacionales… Si el puntero fuera Anaya, sin duda se uniría el PRI con Morena (como lo hizo el PAN con el PRD o el Verde con el PAN de Fox), no por el interés nacional o la lucha por una ideología (¿cuál?), sino porque al verse perdedores, unirse para ganar (y repartir), es mejor que quedarse sin nada.
En lo personal desearía, en mi sueño por una democracia funcional en México, que cada elector, previo análisis, votara por el candidato de su preferencia… y que gane el que a más mexicanos pueda convencer o a quién una mayoría de mexicanos quiera seguir o quién presente una propuesta atractiva para una mayoría; y al carajo el voto útil llorones ¡Es antidemocrático!… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.