Observador ciudadano/Enrique Bautista Villegas
OBSERVADOR CIUDADANO
NUEVO AEROPUERTO DE LA CDMX
El Debate que ha generado André Manuel López Obrador en torno a su propuesta de suspender la construcción del nuevo aeropuerto de la CDMX es una muestra más de que el candidato de Morena continua definiendo la agenda de los candidatos presidenciales. A los ojos de muchos la idea de suspender la obra considerada como la más importante del gris sexenio encabezado por Enrique Peña Nieto, resulta absurda, pero sin duda a los ojos de muchos más la respuesta parece ser sensata. Sensata, porque flota en el ambiente la sospecha de miles de ciudadanos en torno a que el nuevo aeropuerto pudiera ser el negocio más jugoso fraguado en este sexenio y para muchos años más en el futuro. La sospecha no resulta excesiva, ya que se finca en observar la falta de transparencia con la que ha actuado el actual gobierno en materia de obra pública y el uso y destino de los recursos fiscales.
¿Cómo olvidar la asignación y manejo inescrupuloso del circuito mexiquense de la constructora española OHL? ¿Cómo olvidar los negocios turbios del ex Director de Pemex y antes responsable de relaciones internacionales de la campaña de Peña Nieto a la presidencia, el tristemente célebre Emilio Lozoya Thalman, con la brasileña Odebrecht? ¿Cómo olvidar la forma atropellada, de espaldas a la ciudadanía en que se aprobó la reforma energética en el Congreso, y la asignación obscura de contratos para entregar los campos petroleros a empresas trasnacionales privadas? ¿Cómo olvidar la fallida construcción del tren rápido a Querétaro, asignado a una serie de empresas chinas, y los arreglos obscuros para deshacer el embrollo que la reversa de la decisión significó? ¿Cómo olvidar la obscura asignación del paso exprés de Cuernavaca, el colapso de la misma, y el socavón que causó la muerte de dos víctimas inocentes por las omisiones de la SCT? ¿Cómo olvidar la casa blanca de Peña y su esposa la Gaviota, así como la de su álter ego, Luis Videgaray en Malinalco? ¿Cómo olvidar la Estafa Maestra; los negocios entre la CFE y el grupo Iusa, cuando Enrique Ochoa Reza era el Director de la primera, y tantas asignaciones de obra y negocios turbios del equipo de gobierno encabezado por Peña Nieto?
Perdón señores, pero con esos antecedentes lo último que puede uno pensar es que la magna obra del nuevo Aeropuerto de la CDMX es un negocio bien planeado, económicamente racional, transparente y lícito.
La suspicacia o certeza con que López Obrador cuestiona la obra en cuestión es compartida por buena parte de los mexicanos que estamos hartos de que se nos vea la car de tarugos.
Por ello ha generado un respiro la propuesta, formulada por el candidato presidencial de Morena y recibida positivamente por el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, de aceptar la integración de una comisión tripartita revisora del tema con participantes del sector empresarial, del gobierno de la República y del equipo de asesores de AMLO.
Habrá que esperar el resultado de la revisión que ha sido acordada entre López Obrador y el líder de la cúpula empresarial. Como también habrá de esperar la eventual revisión de la legalidad y transparencia de los contratos de concesión que el gobierno peñista ha venido otorgando a empresas petroleras trasnacionales.
Por lo pronto lo que queda claro es que López Obrador, como se señaló a al principio de este comentario, sigue dictando la agenda a los otros candidatos presidenciales, y éstos en su desesperación por negarle la razón, haciendo uso de la descalificación pero no de argumentos racionales.