Observador ciudadano/Enrique Bautista
Desarrollo inmobiliario y afectación al interés ciudadano
Durante los últimos días muchos de quienes tuvimos, o tiene actualmente, la oportunidad de hacer una carrera universitaria en la Universidad Nacional de Mexico, la UNAM, hemos seguido con atención el debate en los medios sobre la eventual construcción de un par de torres de más de veinte pisos en las colindancias del campus que ocupa la máxima casa de estudios del país en el Sur de la ciudad de Mexico. La preocupación de los universitarios deviene del hecho de que la Ciudad Universitaria, como se le conoce, ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y de que el autorizar construcciones en su ámbito territorial, como las que han sido detenidas por lo menos momentáneamente, pone en riesgo esa categoría.
Pero no es solo el temor a no contar en el futuro con ese reconocimiento internacional para el campus universitario como joya de nuestra cultura arquitectónica lo que genera molestia y preocupación a muchos universitarios y ciudadanos, sino la franca preocupación y descontento por la ausencia de interés de las autoridades de garantizar un desarrollo urbano armónico, respetuoso del entorno y el medio ambiente, y desde luego amigable con los seres humanos que viven en esa zona de la ciudad de México.
El asunto, sin embargo, va mucho más allá de la autorización suspendida para la construccion de la dos grandes torres de usos múltiples junto al campus universitario, como lo determinó el pasado jueves el juez 5º de Distrito en Materia Administrativa con sede en la Ciudad de México, Juan Carlos Guzmán. Ese tipo de decisiones se repiten cada día en la ciudad de Mexico y en muchas otra ciudades y regiones del país, en las que las decisiones políticas se toman solo a partir de intereses económicos de pequeños grupos de interés, a los que poco o nada les importa el medio ambiente y el bienestar de los ciudadanos.
En fecha reciente la agencia de noticias financieras Forbes, en México, publicó también información sobre el hecho de que “el gobierno mexicano está preparando la venta de un inmenso terreno que podría convertir un área no urbanizada de la capital en uno de los desarrollos inmobiliarios más lucrativos de América Latina, con un precio que según expertos podría llegar a los 1,000 millones de dólares (https://www.forbes.com.mx/gobierno-alista-venta-megaterreno-base-militar-cdmx/).
“Con casi cuatro veces el tamaño de Disneylandia, 125 hectáreas, el sitio militar es una de las últimas grandes franjas de tierra no desarrollada en Ciudad de México, una megalópolis con más de 20 millones de habitantes donde el valor de los terrenos se ha disparado en barrios codiciados”
En esa zona se ubica actualmente fábrica de armas de la Industria Militar de la Sedena. La misma se localiza entre Polanco, la Zona Militar número 1, junto al Hipódromo de las Americas, las Lomas de Chapultepec y la exclusiva zona de Santa Fe, al poniente de la ciudad de Mexico.
También ha trascendido el propósito del gobierno federal de dedicar los terrenos de lo que hoy es el aeropuerto de la Ciudad de Mexico, cuando el nuevo aeropuerto que está en construcción sea inaugurado, a desarrollos inmobiliarios y comerciales.
No se puede ignorar que en el primer caso, las autoridades de la ciudad de México y de la Delegación Coyoacán, donde se ubica parte del campus universitario, están privilegiando los intereses de los desolladores inmobiliarios sobre los de la UNAM, los universitarios, y los habitantes de esa zona de la ciudad de México. Y en el caso de las eventuales ventas de terrenos, de la industria militar de la Sedena y del actual aeropuerto de la ciudad de Mexico, a particulares para desarrollos inmobiliarios, además de ignorar el equilibrio del medio ambiente y los intereses de los ciudadanos para privilegiar intereses económicos, se pasa también por encima de los intereses de la Nación, pues se dispone de recursos que le pertenecen a la misma, y desde luego a todos los mexicanos, y no al gobierno federal o a quienes lo manejan a su antojo.
Seria importante que el tema del desarrollo urbano, el respeto al medio, a la naturaleza, y al ambiente en que vivimos el conjuntos de los habitantes del país, se constituyan en temas de analisis y debate de quienes aspiran a gobernarnos, a gobernar la ciudad de México, y en general a los que buscan participar en el Congreso de la Unión.