Abriría Ley de Seguridad Interior puerta a violaciones a garantías
MORELIA, Mich., 2 de diciembre de 2017.- Aunque señalaron que la debilidad y corrupción de las policías municipales, estatales e incluso federales, podrían justificar la intervención del Ejército Mexicano en diferentes casos, morelianos coincidieron en que la Ley de Seguridad Interior implica situaciones preocupantes que podrían abrir la puerta a violaciones de garantías individuales.
En un vox populi realizado por Quadratín, José Luis confesó que no tiene confianza en las Fuerzas Armadas; y aunque admitió que son preocupantes los niveles de inseguridad que vive México, advirtió que la intervención del Ejército abriría las puertas a violaciones de derechos; “a veces dan más miedo las autoridades”.
“Creo que el Ejército y la Marina son los que han podido poner algo de orden, creo que está bien para que las cosas mejoren porque México está en el desecho por tanto funcionario que le ha dado lugar al narcotráfico”, comentó Pedro Ramírez, quien, sin embargo, los elementos castrenses deben estar capacitados para no incurrir en violaciones a los derechos humanos.
Por su parte, Ariana comentó que la principal causa de confianza en las Fuerzas Armadas es la corrupción; advirtió que siempre que interviene el Ejército existen riesgos porque se pueden trastocar derechos humanos; consideró que el poder Legislativo debería dedicarse a legislar sobre asuntos más importantes, que si el Ejército está a disposición de la opinión del presidente o no.
“Creo que la militarización no es la solución para esta crisis de violencia; los casos que conozco de la intervención del Ejército han salido muy mal; solo he visto un lado oscuro en el actuar de las Fuerzas Armadas; la construcción de la ley se da de manera unilateral, nunca se toma en cuenta el bienestar general; deben reconsiderarla”, comentó Iasi.
La Ley de Seguridad Interior establece el procedimiento con el que el presidente de México podrá ordenar la intervención de las fuerzas armadas en algún punto del país, cuando se identifiquen amenazas a la seguridad interior y las capacidades de las fuerzas federales o locales resulten insuficientes para hacer frente a la amenaza.