En busca del sueño americano/Gladis López Blanco
Ante la compleja situación que atraviesa la economía del país y sin duda, desde hace mucho tiempo en el estado; alcanzar el american dream, ha sido la opción de muchas cabezas de familia para dar a sus seres queridos la solvencia económica que necesitan.
Esta realidad constante de muchas familias, conlleva al aislamiento de los valores fundamentales de la sociedad, la pérdida y oportunidad de una economía local propia propiciada por el aprovechamiento de los recursos de la tierra y dependiente del trabajo de miles de michoacanos y millones de mexicanos en el extranjero.
El largo camino para cruzar al otro lado, la falta de documentación en muchos de los casos, la explotación laboral, la discriminación y la poca identidad encontrada en una cultura que no es la propia, se suma a la lejanía de la familia y las carencias vividas en aquel entorno.
Michoacán figura entre las tres primeras entidades con mayor flujo migratorio y se calcula que 31 mil 700 michoacanos, abandonen sus hogares en busca de mejores oportunidades. Cabe resaltar, de acuerdo al Consejo Estatal de Población, que la afluencia de nuestros paisanos a otros estados también va en aumento.
En esa misma vía, un resultado más que crece como la espuma cuando éstas cifras van a la alza, es el número de mujeres que tienen que encargarse solas de las necesidades del hogar y convertirse en el único pilar económico.
La juventud y la niñez michoacana, no se salvan de la falta de oportunidades que también los afectan y en ocasiones crecientes, siguen los pasos de los muchos que se deciden a ir en busca de un trabajo remunerado en dólares, dando a la entidad un lamentable segundo lugar en migración infantil.
La migración en algunos de los municipios de Michoacán es casi una costumbre, lo que significa que este problema está arraigado en las comunidades desde hace mucho tiempo. Es lamentable que a pesar de ser uno de los países que recibe un gran número de remesas, muy pocos recursos sean destinados a la atención del migrante, ni de ida y mucho menos de vuelta, cuando son deportados.
Desde 2006 a la fecha, se suman también 76 muertes injustas de paisanos a manos de una justicia excedida y que no es la nuestra, lo que hoy nos hace pensar, que continuamos en una época donde no existe el american dream ni el sueño mexicano y mucho menos el sueño michoacano. Es mi opinión…