La muerte, ni democrática ni de consulta: Víctor Silva Tejeda
MORELIA, Mich., 1 noviembre 2017.- En el contexto de la tradicional celebración de Noche de Muertos, el dirigente del PRI en Michoacán, Víctor Silva Tejeda, se refirió a la muerte como un fenómeno que forma parte de la vida misma, y que tiene como principal característica que no es nada democrática.
“La muerte es parte de la vida, y democrática no, no es nada democrática, nos llega a todos, no es un tema de consulta ni de voto, la Muerte está más viva que nunca”, comentó el jerarca tricolor en entrevista con Quadratín, que este día charló con diversos actores políticos para conocer su opinión de la muerte.
La muerte, sin militancia
Aunque no distingue edad, raza, profesión, oficio, credo, condición económica, palancas, colores ni militancias, en las últimas semanas, en lo que ve a la clase política de Michoacán: Artemio Murillo Villanueva, dirigente municipal del PRI en Turicato, y Stalin Sánchez, presidente municipal del PRD en Paracho, fueron los objetivos de la muerte.
Con el asesinato del síndico de Ario de Rosales, Noé Tapia Coria, en agosto pasado sumaban seis servidores públicos asesinados durante el gobierno de Silvano Aureoles Conejo; en marzo de 2017, autoridades anunciaron investigaciones por el asesinato de Marco Antonio G. secretario particular del presidente municipal de Tiquicheo.
En diciembre de 2016 fue asesinado el director de Seguridad Pública del municipio de Ziracuaretiro, Isidro Mendoza Berre; en junio de este año fue asesinado en Morelia el coordinador regional de la Policía Ministerial de la Procuraduría General de la República (PGR), Enrique Rodríguez Rodríguez.
En septiembre de 2016 asesinaron al subdirector de Prevención, adscrito a la Subsecretaría de Prevención y Reinserción Social, León Cárdenas Sánchez; y en octubre de 2016 fue asesinado el tesorero de Lázaro Cárdenas, Walter Torres Zaragoza.
Entre 2008 y 2014, en la docena trágica de servidores públicos asesinados se enlistaron dos alcaldes, un secretario general y dos militantes juveniles del PAN; tres presidentes municipales del PRI.
Con dos atentados que se consumaron en su muerte en el tercer intento, una ex alcaldesa que pasó de priísta a perredista; un edil del Partido del Trabajo que pasó luego a las filas de Morena; un diputado de la 72 Legislatura, y otras autoridades municipales del PRD, y un candidato de Morena que contendía por una alcaldía.