Podrían certificarse como libres de humo 300 inmuebles en Morelia

MORELIA, Mich., 20 de septiembre de 2017.- Un crecimiento que oscila entre el 11.11 por ciento y el 25.93 por ciento se prevé en la acreditación de edificaciones en la entidad como espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco, refirió Rafael García Tinajero, titular de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris).

De acuerdo con García Tinajero, la cifra de espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco pasaría de mil 358 a entre mil 500 y mil 700, un aumento de entre el 11.11 por ciento y el 25.93 por ciento, al término de 2017.

Ello implicará que una media de 250 a 300 inmuebles sean certificados por la Coepris como sitios sin humo de tabaco en el curso de los siguientes tres meses.

En este esfuerzo será fundamental no solo la participación de los órdenes de gobierno y las asociaciones gremiales, sino también la iniciativa privada, como es el caso de la industria restaurantera.

Rafael García detalló que se han tenido acercamientos con la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en Michoacán para que unidades económicas del sector sean acreditadas como 100 por ciento libres de humo de tabaco.

Refirió que si bien se ha efectuado un esfuerzo significativo para impulsar la acreditación de espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco, el principal reto es mantener las instalaciones certificadas sin ingreso de los tóxicos emitidos por los fumadores, ya que ello requiere de la convergencia de la voluntad de las autoridades, los dueños o administradores de los inmuebles y sus clientes o usuarios.

Fumar en el interior de un edificio certificado como libre de humo de tabaco, lo que conlleva que no dispone de áreas para fumadores y no fumadores, tiene una penalización que comprende arresto por hasta 36 horas; la labor de detener al infractor recae fundamentalmente en las corporaciones de seguridad pública, además que es posible detener a los propietarios o administradores cuando un usuario o cliente no identificable incurre en esta práctica en el interior de los edificios acreditados.