Tras bambalinas/Jorge Octavio Ochoa
Por JORGE OCTAVIO OCHOA.- Vaya nudo gordiano que se ha formado en el “sistema”, que los 3 principales partidos políticos están metidos en un embudo del cual saldrán maltrechos debido al nerviosismo que les ha empezado a generar Morena y Andrés Manuel López Obrador.
Parecieran temas aislados, pero la agitación que se traen los panistas tienen qué ver directamente con el apetito por el poder que ya probaron, pero también con las posibilidades reales que unos y otros se ven ante su verdadero contendiente en el 2018.
Los calderonistas y anayistas se ven con alcances para ganar la Presidencia de la República bajo una expectativa de que nuevamente algunos actores del PRI vuelvan a aliarse con ellos, lo que a su vez implica un juego de espejos y de traiciones dentro del tricolor.
En tanto que el PRD, el más dañado de todos, busca desesperadamente un asidero, para rescatar lo que se pueda, ante la diáspora de militantes que se está agudizando en sus bancadas en el Congreso de la Unión, en el símil perfecto de las ratas que abandonan el barco antes de que éste se hunda.
Pero lo paradójico en esta suerte de reciclaje, es que MORENA se empieza a surtir con lo peor del viejo sistema: los Bartlett –el amo de los apagones-, los Bejarano –el señor de las maletas-, los Gordillistas –amos de la cooptación sindical- o los Lino Korrdi –amo de la recaudación de fondos ilícitos-.
Es como si a una casa nueva se le quisiera adornar con los viejos trapos, cortinas y cuadros de una casa vieja, para terminar con una decoración peor de la que se tenía antes, con los mismos tufos, pestilencia y autoritarismo que se vivía en la anterior. Y si no, que se lo pregunten a Ricardo Monreal.
La descomposición es grave, porque mientras los grupos políticos en México deshojan la margarita para reacomodar sus fuerzas y repartirse el poder, el crimen organizado se extiende y hunde raíces en ese mismo sistema que todos los aspirantes nos dicen que van a cambiar.
Todos se lavan las manos e imputan los muertos al gobierno de Enrique Peña Nieto –sí, que cada quien agarre su tarugo favorito-, mientras los gobernadores se placen, quien sabe dónde, y en Chihuahua (PAN), Sinaloa (PRI), Morelos (PRD) y muchos otros estados, las mafias del crimen se apoltronan.
La crisis del “sistema” es más que evidente y hoy hace corto circuito en los canales del Congreso de la Unión, donde los panistas se despedazan verbalmente, acusándose de traidores, porque la dirigencia del PAN pierde su fuerza si se queda sin la presidencia de alguna de las Cámaras.
En medio de estos escarceos, es el PRI el que se queda por el momento con los hilos de la negociación. Pero uno de los grupos priistas no responde precisamente a los intereses del Presidente de la República, quien a su vez busca aplicar el dedazo a favor de un candidato no muy priista que digamos.
Lo delicado es que, en este revoltijo, uno de los grupos internos del priismo es el que está resultando el más favorecido: los Gamboa-Beltrones -o al revés si lo quiere usted-, porque están jugando con los tiempos, los nombres y las circunstancias, en aras de convertirse en el gran elector del 2018.
¿Quiénes perfilaron la negociación para elegir presidente de la Mesa Directiva del Senado? Pues Emilio Gamboa. ¿Quién ha colocado sus cuadros en ambas Cámaras? Manlio Fabio Beltrones. Este grupo encabezó la negociación en el Senado y es el que abrió la baraja de presuntos aspirantes dentro del PRI.
Algunos dicen que fue una “volada” de los medios. Que Gamboa nunca pronunció ningún nombre pero, mire usted. Gamboa no es el caso de la “joven promesa” que se convirtió en “viejo pendejo”. Este grupo sabe a lo que está jugando y tiene varios “Ases” bajo la manga.
De esta forma, septiembre abrió con una encrucijada que coloca a los mexicanos en el vértice de varias rutas que, desgraciadamente, no columbran nada bueno, si lo que impera son los apetitos de un grupo en especial. Mal empieza la Presidencia al que sacrifican en septiembre.
En fin, el hecho es que a los políticos les gusta hacerse los chistositos y disparan ensalmos, confites o bendiciones, como Emilio Gamboa, repartiendo candidaturas, y palomeando (en toda la extensión de la palabra) para después aclarar que “lo que quise decir…”
Como decíamos, no fue un hecho casual, ni una equivocación del entrevistado. Entró al juego de las adivinanzas sabedor de lo que implica la opinión del grupo al que pertenece, sólo que si cometió un pequeño gran error: puso en evidencia su desmemoria e ingratitud, a menos que también esté planeado
Miguel De la Madrid lo catapultó, lo hizo político y le permitió entrar por la puerta grande. Sin embargo, el mal agradecido, no sólo hizo de lado a uno de los muchachos con los que convivió en su juventud, sino que olvidó los datos duros.
Enrique De la Madrid es uno de los pocos, si no es que el único funcionario del actual gabinete, que puede presumir logros porque, obtener crecimientos de 8% anual en el sector turístico en un país con los niveles de violencia e inseguridad como el nuestro, vaya que sí es un triunfo.
Pero, volviendo al tema, la pregunta es: ¿Por qué de pronto los medios convierten en gran elector a determinadas figuras? En este caso es sintomático y parece obvio que un grupo se apoderó del control político en el ámbito legislativo. Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, son la dupla que está encabezando las negociaciones tras bambalinas y podrían ser los que, a la postre, decidan el futuro electoral en este país.
¿Le parece exagerado? Pues mire, para empezar, Beltrones es uno de los pioneros de la teoría de las coaliciones y gobiernos de gabinete con un jefe del mismo que comparta el poder con el Presidente de la República y ante el panorama electoral que hoy se vive, en un momento de emergencia PAN, PRI y lo que queda del PRD tendrán que sentarse a negociar si no quieren llevarse un susto ante López Obrador.
Este grupito, que tiene un gran peso político y gran presencia de norte a sur del país, es el único que ha empezado a prever las ventajas de la confrontación interna que viven los partidos y eso, paradójicamente, les ha dado también un gran poder de negociación, desde Sonora a Yucatán, desde el Congreso a los partidos. No les conviene, por tanto, empoderar por el momento a ningún candidato, ni mucho menos a una figura que tenga visos de honorabilidad.
Un Ricardo Anaya vilipendiado, una Margarita Zavala o Ricardo Anaya debilitados, una figura mafiosa como Moreno Valle, una serie de candidatos opacos en el PRI como Osorio, Nuño, Narro, es lo que conviene a esta dupla, sabedora de que, cuando la lumbre llegue a los aparejos, entonces los partidos tendrán que optar por la declinación y negociar a favor de una figura que les saque las castañas del fuego y que acepte incluir un Jefe de Gabinete de facto para equilibrar posiciones.
Bajo esta lógica, no sorprende el ataque virulento del senador Javier Lozano a su líder de partido, porque detrás está la negociación con el grupo del ex Presidente Felipe Calderón, que analiza el panorama y perfila también una alianza encubierta para mover sus estructuras a favor de tal o cual candidato mientras desde el Congreso se levantan o derriban diques, según la necesidad del momento.
No se sabe hasta qué punto estén involucrados en esta estrategia personajes de “más arriba”. Hay quienes dicen que en la fiesta de cumpleaños de Gamboa, el Presidente Enrique Peña Nieto le susurró en corto algunos nombres y le dijo "aviéntalos" y que en una comida con diputados priistas, en Los Pinos les dijo: “está entre nosotros”, ante la mirada atónita de José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio, Aurelio Nuño, José Narro, Enrique de la Madrid y José Calzada.
No está muy claro, porque desde que estalló el conflicto de los panistas en el Congreso, el grupo del PRI del Estado de México se ha visto sorprendido y en cierta forma, maniatado, contra la espada y la pared por los impulsores del Frente Amplio Democrático (FAD), que son el PAN de Anaya y el PRD de Barrales.
Por eso César Camacho los tildó de “chantajistas” y les recordó que la aprobación del Fiscal ni siquiera es un tema que vaya a decidir la Cámara de Diputados, “le toca al Senado avalar o rechazar la minuta que precisamente fue aprobada en primera instancia por los diputados”, les dijo a los anayistas, a manera de reproche.
Puestas así las cosas, MORENA y López Obrador parecieran estar blindados ante cualquier ataque, pero lo cierto es que el nerviosismo de sus adversarios es lo que lo ha salvado. Mire usted que seguir arriba en las encuestas luego del sainete con la “señora de las bolsas”, con el pataleo de Monreal y la adhesión de Los Bejarano
Mientras tanto, los mexicanos siguen padeciendo: Los hogares más pobres del país perciben un ingreso promedio de ocho mil 166 pesos trimestrales, esto es, 91 pesos por día por hogar, mientras que los hogares más ricos registran 168 mil 855 pesos durante el mismo lapso, por lo que suman mil 876 pesos diarios; y el ingreso corriente promedio trimestral por hogar ascendió a 46 mil 521 pesos, alrededor de 516.9 pesos diarios.a