Observador ciudadano/Enrique Bautista Villegas
OBSERVADOR CIUDADANO
EL FERRARI CHAPADO DE ORO
Enrique Bautista Villegas
En días pasados se hizo viral en la redes sociales un video tomado por una turista argentina en el acceso de un elegante hotel del principado de Mónaco, en las costas del Mediterráneo europeo, en el que un par de individuos cuarentones y pansones suben a un Ferrari chapado de oro. El video que ha circulado profusamente, por lo menos en nuestro país, identifica a uno de los tipos como hijo del líder del Sindicato de Pemex, el Senador priísta Carlos Romero Deschamps. Difícil a bote pronto saber si en efecto quien sube al ostentoso auto es Carlos Romero junior acompañado de algún amigo, aunque en el imaginario de la gente no cabe duda de que, en efecto, sí es.
Esta suerte de juicio sumario de la ciudadanía no es gratuito. Deriva de los antecedentes petulantes y presuntuosos del líder sindical y su familia. Quién no recuerda las jactanciosas fotos que su guapa hija “Pau” subió a su facebook para compartir con sus amigos, y los jodidos, las imágenes en las que viajaba en un jet privado por Europa acompañada de sus mascotas: sus tres bulldogs ingleses, Keiko, Boli y Morgancita. O quien ha olvidado las imágenes del Enzo Ferrari rojo de edición limitada con valor de dos millones de dólares, que el trabajador petrolero (sic) obsequió hace algunos años a su hijo del mismo nombre.
En las circunstancia de enojo, frustración, y agravio, en que vivimos la mayor parte de los mexicanos por la prepotencia, corrupción, e impunidad, de buena parte quienes gobiernan a este país y de sus supuestos representantes populares, con casos como: el del socavón del paso exprés de Cuernavaca, la venta de medidores a la CFE por parte de una empresa fantasma, las casas blanca y de Malinalco , y tantos más, pareciera que el nimio asunto del Ferrari chapado de oro pudiera ser la ocasión para que los ciudadanos indignados exijamos que se destape el caño de una vez por todas, mediante una auditoría inicial a las finanzas del Sindicato de Pemex y su Secretario General; ejercicio que seguramente daría además mucha información sobre los escandalosos robos guachicoleros de combustible de años recientes a la paraestatal, y sobre los anuncios del descubrimiento de ricos yacimientos de petróleo frente a las costas de Tabasco por parte de la empresa Sierra Oil & Gas, empresa de la que casualmente es socio importante Jerónimo Gerard, cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Basta ya de que el país se nos deshaga entre las manos mientras la inmensa mayoría de los mexicano viven en la marginación, la desesperanza y la inseguridad, y un pequeño grupo de multimillonarios mal habidos se enriquecen al amparo de la corrupción y la impunidad, y su empleados y socios en el gobierno entreguen el patrimonio nacional al mejor postor.