Otro País/Tomás Tenorio Galindo
Edomex: el juego de la incertidumbre
A las 18:35 horas, el candidato del PRI al gobierno del Estado de México, Alfredo del Mazo, se declaró ganador de la elección con base en encuestas de salida que, sin embargo, no dio a conocer. Unos minutos antes, mediante las redes sociales el PRI había anunciado lo mismo. Minutos después, bajo la evidente presión del anuncio de Del Mazo, el representante de Morena, Horacio Duarte, apareció ante los medios para decir que Delfina Gómez Alvarez había obtenido la victoria, igualmente sin mostrar ningún sondeo.
Esa carrera de salidas falsas la empezó el presidente del PAN, Ricardo Anaya, inmediatamente después de las seis de la tarde, hora en que declaró el triunfo de su partido en tres estados, en obvia referencia a Coahuila, Nayarit y Veracruz (alcaldías).
No pasó mucho tiempo para que el PRI y el PAN anunciaran que habían triunfado en Coahuila.
Esa muestra de infantilismo y actitudes fraudulentas por parte de los partidos y los candidatos es una muestra de la pobreza democrática del país. No todo es responsabilidad de ellos. Varias empresas encuestadoras, que no están limitadas por los imperativos y plazos institucionales, al cierre de las casillas en el Estado de México se declararon incompetentes para definir a un candidato triunfador y colocaron en sus portales encabezados para indicar que la competencia era muy cerrada. En consecuencia, a las siete de la noche nadie sabía quién ganó en el Estado de México. Todos eran ganadores y nadie había perdido. Pasadas las siete de la noche, esa incertidumbre amagaba con prolongarse indefinidamente.
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