Aspirantes a reelección deberán bailar al son que les toquen sus partido

MORELIA, Mich., 13 de mayo de 2017.- Debido a que su postulación quedará a criterio de los partidos por los que hayan llegado al poder, los diputados y presidentes municipales que pretendan reelegirse deberán “bailar al son” que les toquen sus dirigencias, lo que limitará la democracia ya que los aspirantes buscarán quedar bien con aquellas y no con el electorado, advirtió el doctor en derecho Carlos Salvador Rodríguez Camarena, ante los términos legislativos de la figura electoral.

De acuerdo con lo términos de la reelección en Michoacán, los diputados o alcaldes que pretendan reelegirse deberán ser postulados por el mismo partido por el que llegaron al poder, y en caso de pretender hacerlo por otro partido, no  podrán ejercer este derecho constitucional.

“Ahora el alcalde o diputado que quiera ser postulado para la reelección va a tener que bailar al ritmo del pandero que le suene la dirigencia de su partido; y pese a que las encuestas han puesto en evidencia cómo la ciudadanía desconfiamos de los partidos, la reforma política está constitucionalizando el que sean los partidos los que realmente conduzcan la vida de este país”, comentó Rodríguez Camarena.

A su decir, la reforma política ha sido totalmente inoperante para resolver los problemas de los procesos políticos, y solo ha servido como medio para arraigar a la clase política. Tras la aprobación de la reelección, y una vez que ésta se encuentre consolidada en la mayor parte de la República, lo que seguirá es “un buen circo”.

En su opinión, el desencanto de los partidos políticos es una decepción global, que se pone en evidencia con el triunfo de Donald Trump, en Estados Unidos, y Emmanuel Macron, en Francia, candidatos que representan la existencia de un fenómeno mundial de hartazgo social, debido a que los procesos políticos y las instituciones no están respondiendo.

En el caso de México, consideró que la mentira de los procesos políticos es tan grave que esta clase únicamente ve su entorno y solo lo que les conviene a ellos, en detrimento del grueso de la mayoría de la población, y sin atender a las problemáticas económicas y sociales que privan en el entorno.