La Constitución de la CDMX, regresiva para el cooperativismo: experto
MORELIA, Mich., 11 de abril de 2017.- La recién promulgada Constitución de la Ciudad de México mantiene un espíritu corporativo y de subordinación para la sociedad civil, y es regresiva en cuanto al impulso y promoción del cooperativismo, sostuvo el académico Juan José Rojas Herrera.
El experto en cooperativismo de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH) afirmó que dicha constitución “fue creada por la clase política y sin participación de los cooperativistas”.
“La calificaría como un documento decepcionante respecto de lo que ha sido la historia reciente en el Gobierno de la Ciudad de México en cuanto a su compromiso e impulso del cooperativismo”, refirió el académico, al recordar la Ley de Fomento Cooperativo como una ley vanguardista.
En una entrevista, Rojas Herrera, quien es considerado como uno de los más reconocidos expertos en el tema del cooperativismo en el país, señaló que dicha constitución “es ambigua, general y abstracta, incluso hay un artículo que habla de una Ciudad Solidaria, pero se queda como una muy buena intención”.
“El problema más grave es el espíritu del documento, pues no se proyecta una sociedad autogestiva, con una relación de iguales con el Gobierno, el protagonismo en la Constitución no está en la sociedad civil, ni siquiera se le llama para que participe suficientemente, no se le dan los instrumentos adecuados. El protagonismo está en el Gobierno”, destacó el especialista a la agencia La Cooperacha.
En los términos en que quedó redactada la Constitución, agregó: “no se ve cómo se va a acabar con el clientelismo, más bien se va a reforzar”.
“Se habla de formalizar empleos, pero no se dice cómo y era una excelente oportunidad para el cooperativismo y la economía solidaria. Otra ausencia es la de las cooperativas de consumo y de ahorro, queda reducido al ámbito productivo, a las cooperativas de producción”, aseveró.
“Quien hizo la Constitución de CDMX fue la clase política, los partidos políticos, hubo muy poca participación de constituyentes ciudadanos y creo que no hubo ningún cooperativista”, lamentó.
No obstante, reconoció que no se obtuvo una mejor constitución en beneficio de la economía social y el cooperativismo debido, en parte, a la falta de unidad del sector. Se trata de “la debilidad más grande y esa es una cuestión que está en manos de los propios cooperativistas, ahora sí que cosechamos lo que sembramos”.