Las mentiras del poder
Morelia, Mich., 6 de marzo, 2017.-En una de las localidades más pobres de Michoacán entendí un poco lo que representa el poder y el dinero, no importa que se trate solo de una pequeña localidad. El llamado Papá Nabor construyó su propio paraíso basado en el engaño, la ignorancia y el fanatismo.
En complicidad, con un buen número de sujetos armados amedrentaban a la gente para que no pretendiera cambiar lo que ahí ocurría, ya que según Nabor era la Virgen del Rosario la que daba órdenes. Todas las personas que se refugiaban en esa pequeña comunidad del municipio de Turicato, si tenían algunos bienes los vendían y los donaban a la Iglesia; los hombres podrían salir a trabajar fuera de la comunidad y desde allí enviaban una parte de dinero para la iglesia de Nabor y otra para su familia.
Después de casi cuatro décadas hubo personas que no estuvieron de acuerdo porque la gente cercana a Nabor cometía atropellos de toda índole, incluyendo abusos sexuales. Cuando vinieron los primero reclamos esas familias fueron expulsadas, no importó que perdieran lo único que tenían: una pequeña vivienda.
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