Claroscuros/José Luis Ortega Vidal
AMLO, MAYL y Trump: retórica y demagogia
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La Universidad Veracruzana llevó a cabo un estudio sobre el impacto de medios televisivos en las diversas regiones de la entidad.
Los alcances de noticiarios en las diversas televisoras son presentados vía un resumen por la máxima casa de estudios.
Sus resultados son interesantes.
En el sur, concretamente en Coatzacoalcos, a la población encuestada se le pregunta ¿Cuál noticiero ve usted?
Presentadas por porcentajes, las respuestas son las siguientes:
Azteca 13: 21.1 %
Telever: 0.7 %
TV Más: 5.3 %
Olmeca TV: 8.6 %
El 28.9 % no ve noticiarios locales y el 34.7 % de los encuestados no contestó.
Azteca, Telever y TV más son televisoras de sistema abierto además de ofertarse en redes sociales.
Olmeca TV, el segundo lugar en la encuesta compite desde el sistema de TV Cable y por medio de redes sociales.
En Coatzacoalcos, con la misma pregunta ¿Cuál noticiero ve usted? Pero planteando el nombre del noticiario y no el de la empresa televisiva, los resultados son éstos:
Hechos Veracruz: 18.4 %
Noticieros Televisa Veracruz: 2.0%
Más Noticias: 5.9 %
Olmeca Noticias: 11.2 %
Hechos Meridiano Veracruz: 2.6 %
No ve noticiarios locales: 26.9 %
No contestó: 30.3 %
Es importante subrayar -observación del articulista- que además de la condición de operar como TV abierta, en el caso de Hechos Veracruz, existe un enlace con noticiarios nacionales de TV Azteca, lo que le ofrece al líder de ambas encuestas ventajas innegables en la competencia regional.
Al mismo tiempo, sobresale el caso de Olmeca TV como un segundo lugar en ambas encuestas, desde su modesta presencia en sistema de cable y vía redes sociales.
(2)
Luego del evento encabezado por Andrés Manuel López Obrador el domingo 5 de febrero en Xalapa, donde el líder nacional de MORENA reunió a miles de personas –cifras modestas y acaso poco objetivas hablan de 4 mil y los números de los apasionados acaso poco objetivos refieren a 20 mil- en el marco de la firma del Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, hay varios aspectos que analizar de cara a los comicios del 2017 y el 2018.
Casi 14 millones de mexicanos estarán en condiciones de votar el próximo domingo 4 de junio en Coahuila, Estado de México, Nayarit y Veracruz.
En Coahuila y el Edomex no conocen la alternancia política en el gobierno, elemento esencial para un avance democrático.
Ahí, el PRI ha gobernado por más de 87 años ininterrumpidos.
En Nayarit, tercera entidad donde se renovará gubernatura, ya saben lo que ha sido un gobierno de alternancia a través del triunfo de un abanderado panista pero han vuelto a ser gobernados por priístas durante los dos últimos sexenios.
Punto aparte –lo sabemos- resulta el hecho fundamental de que la alternancia si bien representa un avance democrático no es garantía de gobiernos alejados de la corrupción.
Hay denuncias por peculado, desvíos de recursos, corrupción y violencia ligados a las estructuras gubernamentales en la mayoría de las entidades de la República, muchas de ellas gobernadas por partidos distintos al PRI y otras por el Revolucionario Institucional.
La corrupción constituye un fenómeno cultural e histórico del que forma parte la propia sociedad.
Un elemento clave en la corrupción política lo representa el discurso: es muy fácil confundir al electorado o convertirlo en cómplice vía la conversión de la retórica en demagogia.
Cuando Andrés Manuel López Obrador –puntero en la carrera presidencial de cara al 2018- habla sobre la construcción de nuevas refinerías en México en el caso de llegar al poder, no explica cómo lograría tal objetivo y tampoco detalla si en términos macroeconómicos tal idea es conveniente para el Estado.
¿Dicho proyecto tendría que ser –por fuerza- con recursos económicos, humanos y administrativos del gobierno o podría ponerse en el mercado nacional e internacional dejando el paso libre a quienes desearan invertir en el rubro?
Un detalle importante sobre el crecimiento evidente de MORENA en Veracruz: aquí, no obstante existir una dirigencia estatal formal del partido en manos de Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, el peso político descansa mayormente en la diputada federal y coordinadora de la bancada de MORENA en la Cámara Baja Rocío Nahle García.
Ingeniero de profesión, jubilada de PEMEX, esposa de un jubilado de la misma empresa ex paraestatal y hoy productiva del estado, Rocío Nahle García es acusada junto a Huerta Ladrón de Guevara de buscar imponer candidatos a alcaldías y cuerdos edilicios a lo largo y ancho de la entidad.
Concretamente, en Coatzacoalcos -a cuyo distrito representa- Rocío Nahle García impulsa la potencial candidatura de un amigo suyo, de su esposo y de su familia: el ex Superintendente de Recursos Materiales del complejo Cangrejera de PEMEX, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, acusado por presuntos actos de corrupción en en el año 2010.
Rocío Nahle García, su esposo y Víctor Manuel Carranza Rosaldo trabajaron para PEMEX y hoy la referida dama mantiene el enorme poder que le deslinda Andrés Manuel López Obrador con trascendencia nacional y mega peso político estatal.
¿De convertirse Víctor Manuel Carranza Rosaldo en candidato de MORENA y en el hipotético caso de obtener el triunfo presidencial en el municipio con la tercera economía de Veracruz y el único corredor petroquímico del país, cuál sería el papel de un hombre que en el 2010 fue acusado de corrupto a niveles que implicaron –por lo menos- un contrato millonario y el presunto fraude por 868 mil dólares?
El poder es así: descompone todo lo que toca: antes, durante y después.
Respecto a la distorsión del discurso, es algo común en todos los personajes y en todos los partidos políticos.
Miguel Angel Yunes Linares dijo –en campaña- que en seis meses acabaría con la violencia que asola Veracruz.
Han transcurrido dos meses y medio de su gestión y el gobernador Panista/Perredista de plano declaró que no posee una varita mágica para solucionar todos los problemas de la entidad y tales palabras las pronuncia parado a la mitad del río de sangre que recorre la entidad tal como ocurría durante la gestión del prófugo Javier Duarte.
Otro ejemplo –éste internacional- lo constituye el ultraderechista y cuasi enfermo mental presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que cierra con su firma las fronteras de su país a siete países con población musulmana sin tomar en cuenta que existe una estructura democrática donde los poderes legislativo y judicial deben ser tomados en cuenta para muchas de sus decisiones.
Claro, Trump fue detenido hasta hoy por el poder judicial norteamericano y el acceso a los viajeros de los países proscritos se abrió de nuevo.
En política, hablar por hablar constituye un acto demagógico.
Hablar con un sentido lógico y debidamente sustentado implica la retórica aristotélica que invita al pensamiento del otro, al de quien escucha, al de aquel a quien se intenta convencer en torno a un discurso en proceso de construcción por medio de dos o más luces involucradas.
El ser humano retórico actúa con inteligencia y ve frente a sí a seres inteligentes.
El ser humano demagogo raya en la falsedad y actúa bajo la premisa ingenua y torpe de que los demás somos tontos.