La resistencia que alimenta Donald Trump
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de febrero de 2017.- Parece como si un rayo hubiera pegado en la capital de Estados Unidos. En sus primeros días en funciones como presidente del país, Donald Trump ha firmado un sinfín de órdenes ejecutivas que intentan dar rumbo al nuevo gobierno, peleado con los jefes de Estado de México y Australia por teléfono y Twitter y declarado al mundo que su estrategia es “Estados Unidos primero”, un quiebre abierto con las propuestas de pasadas administraciones republicanas y demócratas que intentaban insertar al país como la ancla del sistema global.
De acuerdo con El Universal, de un golpe —o quizás, más bien, de unos plumazos y declaraciones grandilocuentes— pretende redefinir la política migratoria, el sistema fiscal, de salud, los acuerdos comerciales y la relación de EU con otros países, todo al mismo tiempo. Pero con las tormentas no hay que juzgar el efecto sólo por el estruendo de los truenos, sino que hay que esperar hasta que se acabe —o por lo menos baje de intensidad— para ver qué queda de impacto real. Y ahí todavía nos quedan más preguntas que respuestas.
No hay duda de que el estilo en Washington ha cambiado y de que Trump ha aprovechado sus primeros días para marcar pautas respecto a dónde quiere llevar su agenda política. Algunas de sus decisiones seguramente tendrán impactos reales en la política pública, pero en otros casos su efecto dependerá de decisiones posteriores en el Congreso, de cómo se implementan sus mandatos o de los resultados de casos judiciales que buscan frenar sus iniciativas.