Corrupción, el gran problema
El principal problema de las sociedades contemporáneas es el de la corrupción, no se puede lograr la construcción de una sociedad justa, próspera y en paz si en ésta prevalece y son comunes los actos de corrupción. La corrupción es la depredación del interés público, el que compartimos todos y cada uno de los ciudadanos, en beneficio de intereses particulares o privados. Cuando somos testigos de actos de corrupción perdemos todos los incentivos para actuar a favor de la sociedad, nuestros actos se alejan cada vez más del interés público ya que al saber que nos rodea la corrupción, perdemos inspiración y determinación para no ser parte de ella.
Creo que algo como esto último comienza a pasar en nuestro país, la corrupción ha llegado a tales dimensiones que comienza a ser común verla como parte de nosotros, como parte de nuestra cultura, como algo que está bien. El colmo, parece que quien no es corrupto, hace las cosas mal.
Es muy preocupante pensar que las cosas están así en nuestro país. Un país donde más de la mitad de su población vive en condiciones de pobreza y donde la inseguridad es el pan nuestro de cada día. El gobierno actual presume el conjunto de reformas que realizó el año anterior, sin embargo no hace nada para combatir la corrupción. Ya lo dijo el Secretario General de la OCDE, José Ángel Gurría, si prevalece la corrupción en México, las reformas estructurales realizadas no tendrán impacto verdadero en la vida de las familias mexicanas.
Estoy convencido de que no hay mejores momentos para hacer las cosas. Seguramente el momento actual por el que atraviesa nuestro país, no sea el mejor momento para muchas cosas, sin embargo creo que es uno muy propicio para comenzar a verdaderamente extirpar de fondo el cáncer que tiene enferma a nuestra sociedad: la corrupción.
Esta es una tarea que debe jugarse en dos canchas, en primer lugar en la de los ciudadanos, como ciudadanos debemos tener la inteligencia y el valor para señalar y castigar a los gobernantes corruptos. Las elecciones son un mecanismo para hacerlo, que sea el voto el principal castigo para aquellos que han incurrido en actos de corrupción, hay que sacarlos del servicio público porque no sirven al público ciudadano, solamente sirven a sus intereses. Por otra parte, la cancha de los políticos y los gobernantes es también importante para que este juego dé resultado. Los políticos o quienes alguna vez participamos en política debemos hacer un alto en esta frenética carrera por el poder y debemos pensar en el verdadero fin del ejercicio del poder público. Solamente quien no quiere ver no puede darse cuenta que el ejercicio del poder público es para servir a la sociedad, no para servirse a uno mismo. Para buscar riqueza y el bienestar particular está el mercado, la actividad empresarial, etc., a quien le gusta el dinero, que se dedique a actividades empresariales, que no busque en el servicio público la forma de enriquecerse a costa de los demás. Esta es una tarea que cada quien debe hacer, que cada quien, desde sus principios y moral, debe decidir, es una tarea que se conoce como pudor publico. Ojalá haya más pudor público en cada uno de los políticos de nuestro país, de nuestro estado y nuestra ciudad.