Remodelaciones en Hotel de la Soledad, evidencian corrupción en INAH
MORELIA, Mich., 13 de junio de 2014.- Las remodelaciones de las que está siendo objeto el inmueble que alberga el hotel de La Soledad están claramente fuera de la ley y son una evidencia más de la corrupción que impera en la delegación estatal del INAH desde hace dos décadas, aseguró el historiador, Ramón Sánchez Reyna.
En entrevista telefónica con Quadratín, el experto en temas del Centro Histórico de Morelia manifestó que a través de las rejas de la planta baja, por la calle Melchor Ocampo en el primer cuadro, se puede apreciar que se están demoliendo muros en la planta baja y alta, “no sé con qué intención, pero con eso que está de moda poner cantinas” expuso.
Sánchez Reyna refirió que la construcción data de mediados del siglo 17, siendo una de las antiguas y emblemáticas de la ciudad toda vez que a mediados del siglo 19, fungió como terminal de diligencias en la ruta de Morelia a la Ciudad de México. Tuvo una remodelación hacia 1880 o 1890, que fue lo que permitió el cambio exterior de su aspecto barroco neo clásico.
El investigador expuso que entre los cambios más radicales que ha sufrido el inmueble fue la sustitución de los barandales del siglo 19 de hierro vaciado para “ponerle un disfraz de hierro forjado que no corresponden a la fachada. Destruyeron la belleza sobria del patio con un surtidor a la fuente que originalmente no tenía además de remates exteriores a la cornisa exterior que nunca tuvo”.
Manifestó que de continuar con estos cambios, los cuales iniciaron hace varios meses y de los cuales se cuenta con evidencia fotográfica, deberá realizarse una denuncia ciudadana ante la Coordinación Nacional de Monumentos de Antropología y aseguró que todo esto sucede ante los ojos y el permiso del INAH en Michoacán, “debe haber dinero de por medio”, afirmó.
Cabe señalar que el edificio del hotel de la Soledad es un monumento catalogado en el decreto de 1990 para que el Centro Histórico de Morelia fuera considerado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, además está consignado en el catálogo que realizó la historiadora Esperanza Ramírez en 1980 por su relevancia.