Analizan Jack Sahakian y Nikolay Kostandyan la migración y economía

MORELIA, Mich., 11 de marzo de 2025.- La migración y el comercio internacional fueron los ejes centrales de la charla ofrecida en la Universidad Ágora Hispanoamericana por Jack Sahakian, fundador y presidente del Club Libanés en Michoacán y cónsul de Armenia, junto con Nikolay Kostandyan, cónsul honorario de México en Armenia.
En el evento, donde fue anfitriona la rectora de la Universidad Ágora Hispanoamericana, Ana Luz Mila Barrera, ambos ponentes compartieron su visión sobre los retos que enfrentan los migrantes al integrarse en nuevos países, el impacto de las políticas migratorias en la movilidad laboral y la necesidad de fortalecer la economía mexicana mediante la diversificación de mercados.
El conversatorio fue moderado por el secretario académico de la Universidad Ágora Hispanoamericana, Alejandro Bribiesca Gil, quien abrió la discusión al señalar que la migración no sólo es un fenómeno social, sino un motor económico fundamental para muchas naciones.
Desde su experiencia personal, Jack Sahakian abordó la diferencia entre sus procesos migratorios a Canadá y México. Relató cómo en su juventud se vio obligado a salir de su país debido a la guerra civil, enfrentando retos propios de una migración forzada.
Contrario a esa experiencia, su llegada a México fue una decisión personal, motivada por lazos familiares y profesionales. A partir de esta comparación, Sahakian reflexionó sobre la diversidad de circunstancias que llevan a una persona a migrar y cómo cada historia es única en términos de adaptación, discriminación y oportunidades.
Por su parte, Nikolay Kostandyan se enfocó en los retos económicos y comerciales asociados a la migración. Subrayó que los cambios físicos, sociales y culturales que enfrentan los migrantes deben ser considerados en el diseño de políticas públicas, sobre todo en un contexto donde la movilidad laboral es cada vez más restringida por legislaciones proteccionistas.
En ese sentido, destacó la importancia de que México refuerce su economía para evitar que la migración sea una necesidad y no una elección.
Además, hizo hincapié en el papel que juegan las relaciones comerciales con otras regiones, como los países árabes y Armenia, para reducir la dependencia de socios tradicionales como Estados Unidos y Canadá.
La rectora de la universidad sede, Ana Luz Mila Barrera, complementó la discusión al señalar la importancia de la inclusión social en los países de acogida, y del impacto económico de la migración académica.
Aseguró que la discriminación sigue siendo una barrera para la integración de los migrantes y que, aunque muchos logran abrirse camino con esfuerzo y resiliencia, el desafío estructural de la xenofobia persiste en diversas sociedades.
Sahakian abordó también la situación comercial entre México y Estados Unidos, asegurando que las hostilidades del país vecino forman parte de un “show político” que, aunque impacta a corto plazo, eventualmente se disipa.
Sostuvo que el mundo es un lugar abierto y que ninguna nación puede cerrarse completamente al comercio sin afectar su propia economía.
En este contexto, señaló que México debe dejar de depender exclusivamente de su relación con Estados Unidos y aprender a creer más en sus propios productos.
Cuestionó que muchas veces los mexicanos dan preferencia a productos extranjeros, sin valorar lo que se produce en el país.
Otro de los temas fundamentales del conversatorio fue el impacto de las remesas en la economía mexicana.
Sahakian y Kostandyan coincidieron en que, aunque los envíos de dinero de los migrantes a sus familias representan una fuente de ingreso crucial, no pueden ser vistos como una solución de desarrollo sostenible.
Subrayaron la importancia de generar oportunidades dentro del país para que la migración no sea una imposición derivada de la falta de empleo.
En el ámbito del comercio, Sahakian enfatizó que es inevitable hacer negocios con China, dada su influencia en el mercado global.
Sin embargo, advirtió que México debe ser estratégico y aprender dónde competir y con qué sectores para no depender únicamente de productos con bajo margen de ganancia.
Kostandyan reforzó esta idea, destacando que el país necesita ampliar su enfoque comercial hacia mercados emergentes que puedan ofrecer mejores condiciones para sus exportaciones.
Si bien el conversatorio evitó entrar en críticas directas a las políticas migratorias de Estados Unidos y Canadá, los ponentes coincidieron en que la movilidad humana y la apertura comercial son esenciales para el desarrollo.
Resaltaron que el verdadero desafío radica en encontrar formas equitativas de integración económica que permitan a los migrantes contribuir de manera plena en sus nuevas sociedades sin ser vistos como una amenaza.
El evento concluyó con una invitación a repensar la migración desde una perspectiva de oportunidad y no solo como un problema a gestionar.
La relación entre México, Estados Unidos y Canadá sigue evolucionando, y en este escenario, México tiene el reto de fortalecer su economía, ampliar sus mercados y garantizar que la migración sea una elección y no una necesidad impuesta por la falta de oportunidades.