Por 23 mp en daños, permanecería 6 meses en la cárcel un veinteañero
MORELIA, Mich., 9 de enero de 2025.- En un contexto adverso, un joven de 20 años buscó salir de la crisis económica en la que estaba sumergido, metiéndose presuntamente a robar a un domicilio de la colonia El Porvenir, pero aquella decisión ya le pasó factura, al ser vinculado a proceso y destinado a prisión preventiva.
Juan Ramón N fue sorprendido en flagrancia delictiva por la Policía Morelia cuando pretendía sacar diversos motores, cableado y tubos de cobre de una vivienda en la colonia Ampliación El Porvenir, de acuerdo a la teoría del crimen de la causa penal 08/2025.
El día del supuesto robo, porque allanamiento de morada lo descartó ya un juez local, Juan Ramón N se brincó por la azotea, sacó la tubería de cobre del baño y la instalación eléctrica de diversas habitaciones de la vivienda, además de tomar motores que estaban en un taller de la casa.
En medio de su intento por llevarse todo lo que fuera posible, fue sorprendido por las autoridades, que habían acudido al llamado del dueño de la casa.
Juan Carlos N vivía en condiciones de calle desde hace un año. No tenía familiares que le dieran asistencia ni amigos que pusieran un techo sobre su cabeza.
Con 20 años, el imputado no tenía formación académica o en algún oficio que le ayudara a ser autosuficiente, por lo que habría recurrido al robo.
Como terminó en la calle a los 19 años, es un asunto familiar que la madre del joven se negó a informar a los agentes de investigación de la Fiscalía General del Estado, según expuso el Ministerio Público Local, quien no quería tener conocimiento de su vástago.
La negativa de su madre a ser solidaria con su hijo en conflicto con la ley penal, así como no tener trabajo ni un domicilio propio, llevó a Juan Carlos, todavía en desarrollo, según la ciencia, a pasar al penal Mil Cumbres, donde residirá al menos los próximos seis meses.
Se estima que las acciones que supuestamente tomó Juan Carlos dejaron un daño de 23 mil pesos a la vivienda, lo que agrava la condición del imputado, porque ahora no sólo no tiene casa, trabajo o familia, también tiene una deuda qué pagar para poder salir de prisión.