Inicia Congreso receso de 61 días y deja pendiente los problemas locales
MORELIA, Mich., 20 de diciembre de 2024.- Con el cierre del periodo ordinario de sesiones, el Congreso de Michoacán, uno de los más caros de México con más de mil millones de pesos presupuesto anual, inició un receso legislativo de 61 días, un lapso que contrasta con los 12 días de vacaciones que establece la ley para la clase trabajadora del país.
Compuesto en su mayoría por diputados de Morena y aliados de la 4T, este Congreso cerró el pasado 15 de diciembre su primer periodo ordinario de sesiones con un total de 43 sesiones realizadas desde septiembre.
Este año se han registrado hechos de violencia extrema, como el incremento en el uso de drones y minas explosivas en regiones específicas, el secuestro y asesinato de empresarios, y el desmembramiento del tesorero municipal de Zinapécuaro.
Además, el estado asumió el control de la seguridad en los municipios de Indaparapeo, Álvaro Obregón, Zinapécuaro y Tacámbaro debido a la crisis de violencia que persiste en diferentes localidades.
En el ámbito social, la falta de políticas públicas para atender a personas indigentes y con adicciones se evidencia con mayor crudeza en esta temporada invernal, cuando muchas personas enfrentan las bajas temperaturas sin un techo que les proteja.
Tampoco existen estrategias efectivas para descentralizar la atención médica especializada en los hospitales regionales, donde la ausencia de médicos especialistas constituye un problema estructural debido a las condiciones laborales y económicas poco atractivas para trabajar en zonas alejadas de las grandes ciudades.
El sector educativo no es la excepción. Las comunidades más apartadas aún enfrentan falta de profesores, pues los bajos salarios y las dificultades para permanecer lejos de sus familias impiden resolver las deficiencias estructurales del sistema educativo en el estado.
A pesar de estas problemáticas locales, el Congreso de Michoacán ha centrado gran parte de su labor en homologar y secundar reformas enviadas desde el Congreso General, y ha postergado legislar sobre temas que atiendan los problemas prioritarios del estado.
Aunque se han realizado 43 sesiones en tres meses, no se ha impulsado una reforma a la Ley Orgánica que reduzca los recesos legislativos para mantener las puertas abiertas durante más tiempo y atender las necesidades urgentes de Michoacán.
El segundo periodo ordinario de sesiones iniciará el 15 de febrero de 2025, con la expectativa de que los legisladores prioricen la agenda local y respondan a las demandas de una población que enfrenta múltiples crisis en medio de desigualdades económicas y sociales crecientes.