Ofrecen danzantes mexicas ritual a la Virgen de Guadalupe en Morelia
MORELIA, Mich., 12 de diciembre de 2024.- Parecen incansables danzando bajo el fuerte sol y por mucho tiempo, son los danzantes que la gente conoce como concheros, que realmente son danzantes mexicas, y que se han apersonado en la explanada del Jardín Morelos y esa es su manera de ofrecer el ritual a la Virgen de Guadalupe.
La gente va y viene, algunos se quedan alrededor de la danza para observar un rato. Los danzantes con su clásico sonido de lluvia por llevar sonajas en los pies, danzan incansables, mientras al centro arde el sahumador y un tambor les marca el ritmo, pero es difícil porque la música de los juegos mecánicos invade todo, y, entre tambor y tambor se escucha alguna cumbia.
En una pausa, Juan Diego Cuauhtlatoa (el que habla como las águilas), uno de los danzantes, cuenta a Quadratín que aunque hay otras fechas en las que salen a danzar, esta del 12 de diciembre es de las más emblemáticas para la danza mexica.
Esta fecha es una revolución, señala, en el Tepeyacac, también conocido como el Cerro del Tepeyac, en Ciudad de México donde está la Basílica de Guadalupe, ya se veneraba a la diosa Coatlicue, "que quiere decir la que tiene falda de serpientes, que no es otra cosa más que la Madre Tierra, nuestra madre Tonantzin".
El danzante cuenta que cuando los frailes vieron que ahí había mucha concurrencia de peregrinos de muchos lugares con el fin de festejar a la Madre Tierra, Coatlicue, ellos solamente traían la cruz de Cristo, "los abuelos de aquí decían y bueno dónde está ella, ¿dónde está la madre? Entonces pintaron a la virgen y crearon lo que fue el milagro, y muchos agarraron de ahí, la gente de la Iglesia Cristiana, y también los hermanos mexicanos auténticos tomaron a la virgen como un símbolo de la mexicanidad".
Pero este símbolo no solamente lo tomaron los mexicanos sino la iglesia como una fuerza para poder evangelizar a los naturales de esta tierra, "la Virgen Guadalupe sin duda un símbolo para honrar nuestras tradiciones antiguas, y de alguna manera honrar el mestizaje y la fusión que dio, el sincretismo de la conquista europea, española".
Asegura el danzante mexica que él sí es un hombre de fe, y tiene fe en la Virgen Guadalupana, tanto así que cuando era niño le pusieron el nombre de Juan Diego en su bautizo y ya en la tradición le pusieron Cuauhtlatoa.
"Claro que tengo fe. Nosotros en la tradición, más que hombres de fe somos hombres de acción, Por eso nos llamamos de una tradición guerrera, porque aplicamos una acción, en este caso la danza, para que la fe se dé, para el acto de humanidad, para qué la conciencia y el cambio en las personas se dé, pero a partir de una acción, es decir, no ponemos todo en la fe, no tenemos tanto esa creencia de que un dios va a venir a redimirnos y a salvarnos", expresa el danzante.
No obstante, sí tienen esta creencia de que si alguien le pone un mayor impulso a ser una mejor persona, se logra, eso representa la danza, "es un rezo en movimiento".