Llegó la hora de Morena
El tsunami creado por la revolución pacífica del 2018 con el ascenso de AMLO al Palacio Nacional, armado de un intenso programa de transformación política y social no dejó espacio para abordar la consolidación del partido creado al calor de esa gran lucha electoral. MORENA no pudo seguir el ritmo del Gobierno Obradorista.
En efecto, propios y extraños señalaron la incapacidad demostrada por MORENA en sus primeros años de vida para procesar desde sus bases la generación de candidaturas con gente nueva participando en la formulación del programa transformador. Todo fue demasiado rápido y lo importante se hizo urgencia a resolver por el líder nato de la revolución ciudadana: AMLO.
Se ha señalado también la insuficiencia de cuadros dirigentes que contribuyeran con el líder a atender los múltiples frente de acción que abrió el Plan de Gobierno 2018-2024. Se trataba de hacer en seis años el equivalente a dos sexenios y lo dijo AMLO: los neoliberales dejaron 1 000 problemas que atender, vamos a resolver los 100 principales e inició la tarea de inmediato.
¿Le faltaron a AMLO cuadros y equipos confiables y eficaces para avanzar en la tarea de gobierno? Claro que sí, pero, la negra experiencia vivida por él con “los chuchos” en el PRD quienes aun después que él ser retiró de ese partido malogrado, lo combatieron con más beligerancia y saña que los partidos de la derecha, prefirió ya no intentar acompañarse de nuevos “aliados” con experiencia, pero, con dardos envenenados.
Entre el gobierno y el partido, la realidad le impuso a AMLO la prioridad del gobierno. Eran muchas las expectativas de millones de superar la terrible realidad que dejaron seis gobiernos neoliberales literalmente enemigos de las mayorías. El partido tuvo que esperar y en ese lapso navegó con grandes dificultades, tantas que las contradicciones internas hicieron que personas y grupos inconformes acudieran con cientos de demandas e impugnaciones el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, controlado por la derecha, el cual invalidó el padrón partidario y el congreso nacional de renovación de las dirigencias culminando con la imposición “legal” del Presidente de MORENA por parte de ese tribunal.
Al final, AMLO no se equivocó, los resultados de su gestión recibieron el respaldo de una contundente mayoría el 2 de junio de 2024 lo que permitió el triunfo de Claudia Sheinbaum, la primera Presidenta de México y la concreción del anunciado Plan “C” consistente en alcanzar con el voto popular la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y la mayoría en los congresos locales para cambiar la Constitución y consolidar la marcha de la Cuarta Transformación.
La sucesión presidencial de 2024 dejó claro que la 4T no es un proceso de corto plazo y que es indispensable asegurar su avance a través de varios sexenios mediante la acción de MORENA como un partido movimiento que organiza, educa y dirige la fuerza de las mayorías con los principios y programa que le dieron vida desde que era oposición.
Con ese ánimo, MORENA hizo su Congreso Nacional Extraordinario el 22 de septiembre de 2024 dando inicio a un proceso de reconstrucción -se puede decir de refundación- con la dirección de Luisa María Alcalde, Carolina Rangel. y Andrés Manuel López Beltrán.
Se trata de blindar el avance de la 4T para hoy y mañana con un partido de 10 millones de afiliados a incorporar en el año 2025; dotado de comités de defensa de la transformación en cada una de las 67,946 secciones electorales de los 300 distritos federales existentes en el país y con nuevos comités municipales de MORENA en todos los estados de la República.
Los comités de MORENA deberán demostrar su compromiso con la gente en la solución de los más apremiantes problemas de su vida cotidiana individual y colectiva; deberán igualmente, abocarse a la formación política, a la difusión de los avances y tareas de la 4T y a formar otros comités partidarios por sector y afinidad: mujeres, jóvenes, campesinos, migrantes y otros e igualmente, encabezar en las coyunturas electorales las tareas de organización, promoción y defensa del voto.
MORENA tendrá que demostrar que es un partido a la altura de sus retos históricos, en la gran contienda de 2027 cuando se elegirán miles de cargos de elección popular y 16 gubernaturas con las reglas de la alternancia y la paridad de género.
El Pueblo de México espera mucho del nuevo MORENA y no se va a conformar con menos de ya logrado. Los liderazgos de Andrés Manuel y de Claudia Sheinbaum dejaron la vara muy alta y los liderazgos que surjan en la 4T tendrán que honrar los principios y los compromisos con las mayorías que están llevando a México al mejor lugar de su historia.