Por daños del cambio climático, salvan científicos de la UMSNH al oyamel
MORELIA, Mich., 5 de diciembre de 2024. - En el cine es posible ver a los árboles caminar y hasta pelear guerras, pero en la vida real especies como el oyamel michoacano enfrenta una pelea por la vida y la supervivencia. En esta lucha encontró aliados en los científicos de la Universidad Michoacana que, ante la emergencia del cambio climático, han comenzado con la migración asistida de árboles.
El equipo lo encabeza el científico Cuauhtémoc Sáenz Romero, investigador del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena), explicó que en consecuencia al cambio climático, se han elevado las temperaturas. La media nacional estimada es de 1.6 grados más, y en Michoacán va a ser casi igual a la media nacional, lo que afecta a los bosques donde crecen los oyameles.
"En las montañas, hay una diferencia de medio grado cada 100 metros de altura, eso quiere decir que la temperatura que ocurría antes en los 3 mil metros de altura, donde crecen estos árboles, ahora esa misma temperatura está más arriba, a 3 mil 300 metros. Por ejemplo, en el caso del santuario del Rosario, la zona donde se reciben a los turistas, tenía una temperatura promedio de 10 grados, ahora es de 11.5 grados", señaló Sáenz Romero, es ese cambio lo que obligó a los científicos a plantearse una estrategia para ayudar a estos árboles que dan vida a los bosques y albergan una gran cantidad de especies animales, como la Monarca.
Estos cambios, comentó "causan estragos a las poblaciones de los oyameles, porque se van adaptando al clima en el que se encuentran, pero al haber este cambio 1.6 grados centígrados, que su clima habitual ahora pasa a 300 metros más arriba, deja vulnerables a todas las poblaciones".
Estás condiciones de adversidad detectadas por el equipo que lidera este científico Cuauhtémoc Sáenz Romero permitió el desarrollo de un programa de investigación, así como de propuesta para comenzar a ayudar a los pinos migrar y a crecer en medio de estás intensas temperaturas.
Sáenz Romero y sus estudiantes comenzaron a sembrar oyameles junto a un pequeño arbusto conocido como escoba, una planta noble que brinda al oyamel sombra y condiciones de humedad, con ello el árbol puede crecer.
Los resultados son más que positivos, más del 91 por ciento de los arboles sembrados junto a este arbusto logró sobrevivir, lo que podría hacer la diferencia, en especial cuando los ejemplares que compran las instituciones son pequeños.
En las parcelas experimentales, en las que se han sembrado otras especies de árboles endémicos de Michoacán, dijo, "tenemos sobrevivencia del 91 por ciento después de siete años. El oyamel es muy delicado y en su etapa temprana requiere de sombra".
El avance de la migración asistida emprendida por los científicos para el oyamel y otras variedades lleva un progreso de dos años, en parcelas del programa Sembrando, pero para salvar a los bosques de coníferas en nuestro estado, es necesario que el programa de reforestación que emprenden las instituciones debe modificarse y poder hacer la siembra de los árboles con este arbusto, a fin de garantizar que no mueran.