Un martes 13 para EU… y para el mundo
El próximo martes es 5 de noviembre día de las elecciones presidenciales en EEUU y en el saber popular mexicano se espera un martes negro, es decir un martes trece por los términos en que se llega a esa elección.
La mayoría de las encuestas en los meses y semanas pasadas han mostrado un desánimo mayoritario. Ni Harris ni Trump convencen en su país a las mayorías y en el exterior se ve con temor la profundización de lo que ha sido el papel de ese país en el escenario mundial, es decir, viene más de lo mismo, pero, aumentado. El Partido Demócrata no lo dice como Trump “hacer grande a EEUU otra vez”, pero, igual, se aferran a las políticas que encaminan al imperio por el rumbo de las crisis económicas y sociales y la violencia interna y externa. Es decir, más de lo mismo.
El electorado que sigue a ambos contendientes mantienen un apoyo inercial, es decir, por costumbre e identificación histórica. Por ello, se habla de votos y delegados “amarrados” en estados de preferencia manifiesta por uno u otra dejando a un pequeño número como “estados bisagra” que son los que decidirán este martes quien llega a la Casa Blanca.
Se menciona que de hecho ya votaron más de 75 millones como lo permite el sistema electoral, sin embargo, el resultado final se reportará este martes. Es cosa de horas.
Para documentar el pesimismo -como dijera Monsivais- ante esta elección presidencial en el imperio, sólo hay que mencionar algunos aspectos importantes:
El endeudamiento de ese país es de 34.5 billones de dólares y representa el 122% del PIB, frente al 30% de 1980. ¿Cómo se financia el pago de esa inmensa deuda? Imprimiendo dólares; de ahí su reacción casi histérica frente al proyecto de los BRICS de desdolarizar la economía mundial.
Las ramas armamentista y farmacéutica lideran su economía y en correspondencia con ello, en 2021 46 millones de personas padecían algún trastorno por consumo de sustancias siendo el fentanilo causante de más de 100 mil muertes al año.
En cuanto a las armas, l@s ciudadan@s poseen más de 350 millones de armas de todo tipo incluyendo las de alto poder y ya no es raro conocer de la consumación de masacres y atentados en escuelas y lugares públicos. El propio candidato Trump, apoyador de la intocable Asociación Nacional del Rifle ha sido víctima de 2 intentos de asesinato en su actual campaña.
En el mundo, EEUU posee cuando menos 800 bases militares distribuidas en los cinco continentes más las del interior lo cual implica un gasto anual de 877 mil millones de dólares, lo que representa el 39% del gasto militar mundial, tres veces más que China, el segundo país en la lista. La economía estadounidense no puede funcionar sin la existencia de guerras, por ello, las provoca y estimula permanentemente. El medio oriente es su espacio prioritario por su riqueza energética y por ello apoya incondicionalmente a su aliado, el régimen genocida de Israel y su guerra regional. Adicionalmente, busca abrir otro frente de guerra en Taiwan cerrando el cerco nuclear que ha estrechado junto con la OTAN alrededor de Rusia y China. Todo un polvorín para el futuro próximo.
En el tema sensible de la migración no hay ninguna fisura entre Harris y Trump: ambos se comprometen a detenerla a como dé lugar. México ya vivió directamente la crisis migratoria tanto con los demócratas como republicanos. El demócrata Obama en los últimos tiempos marcó récord de repatriados y Trump se la pasa insultando y amenazando a l@s migrantes agregando su intención de invadir a nuestro país para capturar con la fuerza militar a los narcotraficantes, entre otras acciones punitivas, como si viviéramos los tiempos de Pancho Villa.
Por lo anterior, espera con Harris o con Trump a Estados Unidos, a México y al mundo un período más de sanciones económicas, bloqueos a países, desazón, inestabilidad y retrocesos por la guerra declarada contra todos quienes son considerados enemigos de EEUU y de Europa. No hay ley ni instancia que pueda detenerlos como se acaba de comprobar ante la condena casi unánime expresada en la ONU contra el bloqueo de EEUU a Cuba que lleva más de 60 años.
Sólo queda que al interior de la Unión Americana se desarrolle la parte sana y cuerda que se constituye con decenas de millones dispuest@s a unir su voluntad con los pueblos que luchan por un mundo multipolar al margen de un imperio decandente y suicida. Tal es la condición para que la Humanidad sobreviva.