El preescolar un espacio incluyente
Se llevó a cabo en la ciudad y puerto de Lázaro Cárdenas, la conferencia “El preescolar, territorio privilegiado para construir cultura de paz y combatir la violencia”, promovido por la doctora Verónica Reyes García, directora del Preescolar de tiempo completo “Expropiación petrolera”, y sus extensiones que están desarrollando un modelo de participación para el fortalecimiento de la comunidad de aprendizaje; la conferencia fue impartida de manera presencial con un total de ochenta docentes in situ y padres de familia que se conectaron a la plataforma Zoom.
La facilitación de la conferencia, estuvo a cargo del embajador de la UNESCO, Gerardo A. Herrera Pérez, quien encuadro la disertación en cuatro aspectos torales: el primero, el contexto general de la educación preescolar; el segundo, las estructuras de la Paz, antecedentes y su cartografía de la paz; en tanto que el tercero, identificó las competencias y habilidades para la vida y los compromisos de la comunidad de aprendizaje: docentes, alumnado y autoridades para el ejercicio de la aplicación de la Paz Escolar y la Paz Diversa; y por último, los impactos de generar condiciones para una cultura de paz y convivencia social.
El contexto en el que se desarrollan las comunidades es complejo: primero, un modelo económico Neoliberal, cuya globalidad genera un cultura del consumo, con un mercado hedonista, y un patriarcado que somete, controla y disciplina los cuerpos de mujeres y de hombres en una brecha generacional (adolescencia, infancias, juventudes, adultos y adultos mayores), pero además, una sociedad en jerarquía social y opresión; adicionalmente las crisis diversas que vivimos, de las ideologías y las diferentes violencias que son aplicadas para el control de los cuerpos incluyendo las infancias y adolescencias, con la presencia permanente del adultocentrismo.
Durante la disertación, el doctor Herrera expresó que, la paz ha sido un concepto dinámico, no estático; su evolución en la historia reciente de la humanidad, viene de la Segunda Guerra Mundial, así como de la creación de la ONU (1945) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); fue la UNESCO en 1989, cuando nace la cultural de la paz; para 1998, se da el Decenio internacional de una cultura de paz y no violencia, posteriormente en 1999, se aprueba la Declaración y el Programa de acción sobre la cultura de la paz, ya para 2005, se da inicio a la recopilación de documentos para visibilizar prácticas sobre cultura de paz y en 2010 algunos países en América Latina hablan de paz en sus constituciones políticas; amén de la Agenda 2030 los Objetivos del Desarrollo Sostenible y los acuerdos de la Cumbre de Futuros de 2024 de la ONU.
Pero igualmente la paz, evoluciona su concepto, ha transitado de verse como ausencia de violencia; equilibrio de fuerzas en el Sistema Internacional; a considerarse como paz negativa y paz positiva, así como neutra; como paz feminista con una revisión macro y micro de la paz; paz holística-Gaia, así como paz holística interna y externa.
La cultura de la paz, requiere de una base ética que permita tomar decisiones respecto a la convivencia, la cual deberá estar sustentada en valores para evitar la injusticia social, las desigualdades, las inequidades y otros temas que someten y controlan las conductas de las personas. De ahí la importancia de difundir los valores de la cultura de paz: justicia, libertad, igualdad, tolerancia, cooperación, colaboración, solidaridad, honestidad, responsabilidad, equidad, humildad, respeto y desde luego amor, pero también los principios y las virtudes sociales, que nos ayuden a evitar el androcentrismo, antropocentrismo y el etnocentrismo, es decir, poder, cultura y el ser como entidades hegemónicas.
Los abordajes que se hicieron por parte del disertante fue atender los conceptos de la diversidad que puede tomar la paz en su construcción para el encuentro del diálogo y la convivencia social que han sido preparados y escritos teórica y epistemológicamente por Johan Galtung y Francisco Jiménez y otros; así, se reflexionó sobre la paz negativa, paz positiva, paz neutra, la paz social, paz Gaia, paz interna, paz multicultural, paz intercultural, paz transcultural, paz vulnerable, paz sostenible, paz resiliente, así como los estudios de paz de la quinta generación elaborados y diseñados por Gerardo A. Herrera Pérez con el acompañamiento de un equipo técnico con la representación de la doctora Verónica Reyes García, la paz dialógica, la paz para la aldea global; además de tres paces: la paz espiritual, la Paz Escolar, y la Paz Diversa.
De esta manera las diferentes propuestas permiten analizar, revisar, comprender, atender y avanzar progresivamente en la construcción de la cultura de paz y la convivencia social en los centros de educación preescolar, tomando como base la paz escolar y la paz diversa.
Por ello, abordar el tema de la Paz no es simple, ya que dicho concepto vive en complejidad; en efecto, y es que, en la resolución de los conflictos entre las naciones, entre los pueblos, entre los miembros de la familia, en la escuela, está en medio el poder, y su ejercicio; no es sencillo tender un puente de comunicación para el diálogo horizontal, sobre todo en las naciones que juegan las posiciones geopolíticas, y otros elementos, como expresa Johan Galtung teórico de la Paz, quien confirma que, para que exista paz, se requiere de resolver conflictos de manera equitativa, se necesita de los derechos humanos universales, interdependientes, indivisibles y progresivos, pero también de evitar la violencia física, cultural y estructural (el triángulo de la violencia), que permita un mayor acercamiento, convivencia, fraternidad y participación desde lo personal y social.
Me pregunto constantemente y lo compartí con la audiencia, por dónde debemos de caminar para alcanzar una Paz duradera y de convivencia en espacios de educación profesional, si vemos crisis permanentes: medioambientales, sociales, subjetivas, en la educación, en la salud, en el financiamiento, y ahora el miedo, el asesinato de los comunicadores, de defensores de derechos humanos, pero también feminicidios, y en donde por ende, muere igualmente la sociedad al no poder ser informada y protegida.
Frente a ello, se requiere de impulsar acciones por parte de la comunidad de aprendizaje, principalmente para el desarrollo de competencias y habilidades para la vida, entre ellas construcción de diálogo, resolución de conflictos, manejo de emociones, pero igualmente pensamiento crítico.
Así, se requiere de conocer la otredad, el construir diálogo, comunicación, inteligencia emocional, resolución de conflictos, resiliencia, empatía, convivencia, fraternidad y participación, enseñanza de la mediación, así como trabajo en equipo y colaborativo.
Los impactos que se pueden generar con esta propuesta son: mejora el rendimiento escolar y las competencias, reduce el acoso y previene la violencia, mejora la convivencia escolar, construye tolerancia y respeto, y genera valores como la honestidad, honorabilidad, confianza, entre otros.
Al finalizar se abrió un espacio para preguntas y respuestas, mismo que retroalimento el enfoque teórico y epistémico de por dónde debemos seguir trabajando para el desarrollo de la cultura de la paz.