Política gourmet
CYNTHIA LÓPEZ ‘SE CURA EN SALUD’, PERO MINTIÓ Y TRAICIONÓ
- La hoy ex priista le dio la espalda a 1.9 millones de mexicanos que votaron en ella
- Hace poco se desvivía en elogios hacia ‘Alito’; hoy lo culpa de su salida del PRI
- Los senadores del tricolor están convencidos de que negoció con el bloque morenista
POLÍTICOS SIENDO POLÍTICOS.- “Me sentí mal, se me bajó la presión y ya no pude regresar a la sesión en el Senado, pero mi voto no fue definitorio”. Así de simple y llano fue el argumento que presentó la senadora (hoy ex priista) Cynthia Iliana López Castro para justificar su irresponsabilidad y su ausencia en la Cámara Alta hace una semana, el jueves 24, cuanto se votó la reforma de supremacía constitucional (reformas a los artículos 105 y 107 de nuestra Carta Magna) aprobaba por la aplanadora morenista por 85 votos a favor y 41 en contra. Cierto, le asiste la razón cuando afirma que su voto, de haber estado presente en el Senado, no hubiera cambiado el derrotero de dicha votación. Sin embargo, lo vergonzoso de su comportamiento va más allá de no haber tenido la atingencia de comunicarse con su suplente, la senadora Alicia Virginia Téllez Sánchez, para pedirle que la sustituyera para votar en contra de la reforma en cuestión; sino que, unos días después, en lugar de salir a dar la cara para reconocer su error, apareció frente a las cámaras y los micrófonos para anunciar su renuncia al Partido Revolucionario Instutucional (PRI) porque después de 21 años de militancia en el tricolor, según ella, “ya no comulgo con el partido, ya no me siento a gusto”. Así de fácil. Me lavo las manos y ahí nos vemos… Pero eso sí, hoy acusa violencia política en cuestión de género y linchamiento por parte de aquellos que, con justa razón, le reprochan y le reclaman su proceder.
MENTIRAS Y TRAICIONES.- Cynthia Iliana llegó al Senado gracias al apoyo del dirigente nacional priista, el campechano Alejandro Moreno Cárdenas, a pesar de que ella es ahijada política del otrora secretario de Educación durante el sexenio peñista, Aurelio Nuño. “Alito” se la jugó con ella y le metió todo el hombro para que consumara su anhelado sueño de convertirse en senadora. Hace medio año, cuando Cynthia se encontraba en plena campaña proselitista rumbo a la Cámara Alta, se desvivía en elogios hacia el hoy “culpable” de su renuncia el tricolor: “Sin el apoyo de ‘Alito’ yo no sería candidata (…) es un hombre visionario (…) un gran líder (…) es leal al PRI yo soy leal a él…”. Su zalamería llegó a extremo inimaginables cuando se atrevió a destaparlo como el candidato de la oposición a la Presidencia de la República para 2030. Pero dos meses después de haber llegado a su escaño, las malas lenguas dicen que por influencia del presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), el tabasqueño Adán Augusto López Hernández, Cynthia chaqueteó y le acomodó la puñalada trapera a su líder partidista, lo cual se puede entender con facilidad, pues los políticos son especialista en eso de mentir y traicionar. Y sí, viendo las cosas con frialdad, se vale cambiar de camiseta y obedecer a la agenda personal, pero lo que es una porquería es darle la espalda a aquellos que creyeron en ti y votaron por ti. Ahora bien, Cynthia: ¿Qué le dirás a los poco más de 1.9 millones de mexicanos que el pasado 2 de julio acudieron a las urnas para apoyarte? No. No renunciaste al PRI. Tampoco renunciaste a “Alito”. Le renunciaste a ellos y eso es una verdadera bajeza.
DE PENA AJENA.- “La Constitución, dice el artículo 145, solamente la puede modificar el constituyente permanente, que son dos terceras partes de esta Cámara (la de Diputados), dos terceras partes del Senado y la mayoría de los Congresos de los Estados. Esto representa el poder popular que tiene nuestro movimiento…”, sabias palabras provenientes de una ignorante diputada petista que responde al nombre de Lilia Aguilar Gil. Por favor, que alguien le recuerde a esta señora que nuestra Carta Magna sólo tiene 136 artículos.
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