Bloque negro
Prensa, no disparen
La ejecución del periodista Mauricio Solís en Uruapan, Michoacán la noche de este martes se suma a las cifras que colocan a México como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo sin estar en guerra con otro Estado.
Porque guerra si hay, entre carteles y bandas delictivas que con plata o plomo pelean territorios, plazas y actividades ilícitas de todo tipo.
De acuerdo con Artículo 19, del año 2000 a agosto del 2024 en México fueron asesinados 166 periodistas, de los cuales, 46 de los casos ocurrieron en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
El de Mauricio Solís es un hecho que ha conmocionado al gremio y a la sociedad, su casa editorial Primera Plana exige el esclarecimiento de los hechos para llevar ante la justicia a los responsables, mientras que el Poder Ejecutivo y Legislativo se han pronunciado por una pronta respuesta de las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Con solo 31 años el cuerpo del comunicador quedó tendido sobre el asfalto de una de las principales calles del Centro de Uruapan, a unos minutos de haber concluido una transmisión en vivo donde entrevistó al alcalde Carlos Manzo – quien declaró que al escuchar los disparos se resguardó mientras el ataque ocurría—por lo que los hechos se desarrollaron ante la mirada de escoltas y policías que nada hicieron por impedirlo ni por darle alcance al vehículo involucrado.
Fueron dos heridas producidas por impacto de arma de fuego las que dictaminó el médico forense, la FGE anunció la implementación de todos los protocolos que el caso amerita y dio vista a la Procuraduría General de la República, al mismo tiempo que solicitó la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana y de la Coordinación Nacional Antisecuestros.
Con más preguntas que respuestas, habrá que esperar los resultados de las investigaciones y el pronunciamiento de la Presidenta Claudia Sheinbaum ante el primer asesinato de un periodista a menos de 30 días de iniciado su mandato.
Aunque trillado, no se mata la verdad matando periodistas, porque la incontrolable crisis en materia de seguridad ahí está a la vista de todos, tan es así que el propio alcalde de Uruapan solicita la intervención de la federación y las autoridades estatales el acompañamiento de los entes federales en materia de seguridad para el esclarecimiento del caso. Michoacán está rebasado.
La autora es periodista, criminóloga y estratega de comunicación.