Condena la SIP ataque contra las instalaciones del periódico El Debate
MORELIA, Mich., 17 de octubre de 2024.- Aunque el principal detractor de la libertad de expresión es el totalitarismo, el presidente de Paraguay, Santiago Peña expuso que la prensa enfrenta tres nuevos desafíos y retos, que deben ser encarados con nuevas fórmulas, si es que se quiere subsistir en el espíritu libertario.
Al inaugurar la 80 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Córdova, Argentina, el mandatario sudamericano declaró que el periodismo moderno presenta problemas que los antecesores no conocían, o no tenían.
En primer plano, Santiago Peña advirtió que el primer gran desafío que él ve es la inteligencia artificial.
"Cierto: la inteligencia artificial tiene su lado positivo. Permite recopilación y análisis de datos y tener información como nunca antes, pero también, estamos ante la deriva de una infocracia. Estos es, una democracia sustituida por la información misma, por el tremendo capitalismo de vigilancia".
A nivel de prensa, los enormes desafíos que la inteligencia artificial suponen para el manejo, manipulación de la información, para el engaño, para que las grandes corporaciones públicas o privadas manejen nuestra democracia, es claramente evidente.
Una prensa que no esté atenta a esta realidad, sucumbirá y será historia. La inteligencia artificial presenta enormes peligros para la libertad de expresión, pues permitirá que el algoritmo sea el que decida qué leemos, qué pensamos y, finalmente, qué decidamos.
Una infocracia en la que no gobierne el pueblo, el demos, sino la infocracia, los dueños del algoritmo, las grandes corporaciones, una pesadilla que ni el mejor Orwell pudo haber tejido. Estén en alerta, pues el precio de la libertad, es la eterna vigilancia. Así debemos estar todos: con cuidado, por el direccionamiento que supone el big data en la infocracia".
Luego de hacer un recuento en el proceso de democratización paraguaya, tras vivir la dictadura más larga de América Latina, Santiago Peña señaló que el segundo gran desafío para el periodismo y la libertad de expresión, es el de la postverdad.
"Este es un fenomenal y nuevo. La mentira siempre ha existido para el servicio humano, pero a postverdad, es la mentira: la persona que miente al mismo tiempo de mentir, está afirmando la verdad. Si yo digo que ahora es de noche, estoy diciendo implícitamente que es de día. Pero lo negaré, hasta hacerles creer que es otra cosa. Este es el peligro de la verdad.
La persona que está inmersa en esta ideología, no le importa la verdad, simplemente le tiene sin cuidado. Este desprecio por la vida misma de la verdad es lo que caracteriza este fenómeno",
Por la postverdad ya no hay un mundo de blanco o negro, de verdadero o falso, sino un mundo gris, espeso, oscuro, en el que se impone el que tiene más fuerza, más seguidores. O peor aún: el que puede comprar más algoritmos.
¿Se dan cuenta de esta situación? De que alguien pueda, bajo estos simples métodos, inventar que la simple realidad persiga a los periodistas. Ahí está la falsedad de redes sociales, es mucho más fácil de lo que parece. Eso debemos ponernos todos en alerta.
El paraguayo dijo que el mundo de la postverdad es mucho más peligroso, en el que gana el más fuerte, o mejor, gana el más mentiroso. Este mundo de la postverdad, es un mundo en el que el periodismo corre un serio peligro.
Por último, Santiago Peña apuntó que el tercer desafío para la libertad de expresión, es el de la polarización, cada vez mayor, en los medios de prensa.
"Hoy día pareciera que cada todo medio de prensa responde a una visión especial de las cosas: la izquierda, la derecha; el conservador, el progresista. Es decir, el medio no responde más a la información que a la realidad, sino el interés del grupo que es propietario del medio. Vivimos un poco alejados del mítico o idealizado amigo del pueblo, en el que el periodista respondía a una convicción firme de la realidad de las cosas.
"Y así vemos que hay, no solo en nuestros países, sino en países desarrollados como Estados Unidos, una realidad que depende del canal que una encienda, del periódico que una lea, de la red que una siga...", subrayó.