Anacrónica, presión en cine sobre hacer largometrajes después de un corto
MORELIA, Mich., 4 de octubre de 2024.- Hay una cierta presión del medio del cine que dicta que después de hacer cortos, hay que hacer un largometraje importante, y además debe estrenarse fuera del país. Son visiones anacrónicas que deberían de cambiar, externó el director Rafael Martínez-García, que presenta en el FICM su cortometraje Impronta.
El formato de cortometraje es muy importante, porque da la posibilidad de que muchas historias que pueden atorarse en el camino tradicional hacia el largometraje, puedan salir, expresó.
Hay una relación directa entre las primeras intenciones de un autor o cineasta y su película, es decir, entre esas primeras intenciones y su película hay menos obstáculos si lo que se hace es algo corto, que se pueda hacer en pocos días de llamado, que no tenga una necesidad de retribución económica, o que si es un fracaso, no se pierda la hipoteca de la casa.
También sigue siendo muy difícil de entender, dijo, que la gente sigua llamándole cortos a las películas, que digan 'no son películas, son cortos', ya que ambos formatos utilizan el mismo lenguaje. "Deberían tener las mismas repercusiones, pero lamentablemente lo que se pone en medio de un formato es la industria", aseveró.
En su caso, ya ha filmado tres largometrajes, y de estos ha estrenado dos, y hasta la fecha cuando se manifiesta una idea en su cabeza piensa si es un largo o piensa si es un corto, sin forzar nada, porque "las historias habitan un propio lienzo de tiempo, que puede ser el corto o el largo, y su naturaleza es esa".
Sí hay una presión constante en el medio del cine, en el sentido de que quien hace cortos, debe de terminar haciendo un largo importante, "¿un largo importante para el punto de vista de quién? Que se estrene en un festival clase A, que ha dado nota todo el año. También hay gente que hace películas que son muy valiosas y no necesariamente tuvieron el ojo ahí del sistema".
Hasta la fecha sigue habiendo gente que, de manera genuina, indicó, le ha dicho que es un suicidio estrenar tu película mexicana en México, que primero se tiene que estrenar de manera internacional para después llegar, "son cosas muy ridículas que ya son anacrónicas, y sí es una visión que hay que ir cambiando absolutamente".
Siempre hay un público, dijo, "este público que genuinamente uno busca cuando hace una película, que no le hace caso a laurel, o sea, se conmueve porque llegó a ella por otros medios, por los medios correctos y eso es lo importante", indicó.