Madres buscadoras, bajo 2 fuegos: hostigamiento oficial y acecho criminal
MORELIA, Mich., 8 de septiembre de 2024.- Además de la indescriptible angustia y dolor de haber perdido a sus seres queridos, madres buscadoras de personas desaparecidas en Michoacán viven entre dos fuegos: el hostigamiento de algunas autoridades y el acecho de grupos criminales que tienen control de facto en algunos territorios.
Así lo expuso Viridiana Gil Remigio, representante de la Unión de colectivos del estado de Michoacán denominada ¡Sin las familias no!, y que suma a 12 colectivos que trabajan en las búsquedas y en las mesas de trabajo con las instituciones.
En entrevista con Quadratín, Gil Remigio, quien desde diciembre de 2021 perdió a su padre y hermano, y se ha convertido en activista, habló sobre uno de los fenómenos más crudos, porque va en absoluto desmedro de los derechos fundamentales y humanos: desaparecer, extinguir a una persona, con todo lo que ello implica.
La luz que arroja una llamada anónima
Cuestionada sobre las dinámicas de búsqueda, relató cómo es que, a partir de llamadas anónimas, principalmente de testigos que de manera fortuita pudieron percatarse del abandono de algún cuerpo, o de testigos arrepentidos, quienes directa o indirectamente participaron en el crimen.
Comentó que se implementan diversas metodologías de búsqueda, a partir del acercamiento de familiares y de llamadas anónimas que indican la ubicación; a partir de ese momento se establecen polígonos de búsqueda, se coordinan con las autoridades -aunque a veces van solos, sin ningún acompañamiento-, se valoran condiciones de seguridad y se acude al sitio.
“Esto que está latente, que no hay posibilidades de acceder. Pero nosotros nos mantenemos al margen de cómo se lleven los grupos criminales, sus riñas, les decimos ´estamos buscando a nuestros familiares, dennos chanza´. Hay casos, como Jiquilpan, donde recientemente tuvimos que cancelar una marcha”, contó.
El hostigamiento de la propia autoridad
El camino no es fácil. Aunque en ocasiones reciben acompañamiento de la Comisión de Búsqueda del Gobierno de Michoacán, contrario a lo que pudiera pensarse muchas veces son éstas las que obstaculizan o desalientan las búsquedas, pues, por razones que no quedan muy claras, en ocasiones se vuelven contra las familias de los desaparecidos.
“Por carne propia te puedo decir que se viven situaciones en las que nos vemos no sólo amedrentados, sino amenazados de muerte por los ministerios públicos. Esto, regularmente ocurre en las fiscalías regionales, donde no existe supervisión de los altos mandos, de los directivos”, expresó.
Relató cómo ella denunció ante la Fiscalía General de Justicia del Estado amenazas que recibió de un policía de investigación, quien le exigía que ella le dijera quiénes se habían llevado a su padre y hermano, azuzando e intentando responsabilizarla de saber el paradero de sus familiares.
“Me preguntaba que si había sido un grupo delictivo, que si había sido otro; no sé con qué fin lo hacía, ya después hizo cosas que nos dimos cuenta de que probablemente él estaba coludido con estas personas.
Una no sabe qué hacer, no sabes a quién recurrir porque se supone que la autoridad es la primera que te tiene que proteger como ciudadano. Hemos visto casos donde relacionan las principales autoridades: la Policía Municipal, la Guardia Civil, la FGE…., tiene mucho que ver con la falta de supervisión de los directivos a sus unidades regionales”, expuso Gil Remigio.
A decir de la activista, se ha observado que, pese a que estos servidores públicos amedrentan a las personas buscadoras e incluso, dijo, atentan contra su vida, los altos mandos parecen soslayar y “tomar a la ligera” este tipo de situaciones, pues, a lo mucho, les llaman la atención o los cambian de región, en vez de destituirlos.
“En los casos donde tengamos el supuesto y la certeza de que está pasando este tipo de cosas, queremos que se les destituya, que quede en sus antecedentes que siendo funcionario público ejerció abuso de autoridad contra las propias víctimas o sus familiares, porque si simplemente lo cambian de región, lo estarían premiando”, dijo.
El acecho criminal
Como consecuencia de lo anterior, y tras dejar claro que el hostigamiento también viene de parte de los grupos criminales, Gil Remigio comentó que los colectivos de búsqueda han desarrollado una justificada desconfianza en las instituciones, por lo que exigen evidencia de que verdaderamente acuden a las búsquedas de sus familiares.
“De las dos partes, no es quién nos moleste más o quién menos, de las dos posiciones a nosotros nos dejan entre la espada y la pared; porque no podemos confiar en las instituciones que van a buscar a nuestros familiares, estar seguros de que sí los busquen, que sí vayan, por eso queremos que nos entreguen evidencia, por eso participamos en los operativos, para asegurarnos de que sí cumplan con el protocolo”, comentó.
Gil Remigio narró el viacrucis que representa salir a buscar a un ser querido cuyo paradero se desconoce, pues en este camino muchas mujeres han sido hostigadas, levantadas y secuestradas, tanto en Michoacán como en otras partes de la República.
“Hay compañeras que han sido amenazadas, levantadas y secuestradas por grupos criminales, no sólo aquí, sino en todo el país; recordemos la compañera de Guanajuato, que fue levantada, mataron a su esposo y a su hijo”, expresó.
2024: Una veintena de cuerpos
Gil Remigio comentó que en lo que va del año, específicamente de abril a la fecha, se han realizado alrededor de 17 búsquedas más las que ha realizado la Comisión de Búsqueda; entre los puntos donde se han llevado a cabo están Cuitzeo, Jiquilpan, Villamar, Pátzcuaro, Uruapan -donde este mismo año se llevarán a cabo más- y Jacona, donde se localizaron cerca de 20 cuerpos.
A decir de Gil Remigio, entre 70 y 80 por ciento de los casos que se reportan mediante llamadas anónimas resultan en alguna localización de cuerpos o restos, o al menos en alguna pista para continuar con la búsqueda.
La Unión de Colectivos del Estado de Michoacán ¡Sin las familias no! Forma parte de la Red Internacional de Asociaciones de Personas Desaparecidas, con representación de ocho países, y de la Unión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, con quienes se reúnen cada bimestre con colectivos regionales.
Desde estos espacios, y a partir de la organización autogestiva, millares de madres, padres, hijos, hermanos, hijos, buscan a un ser querido desaparecido por particulares o por alguna autoridad. Sin contar la cifra negra, en Michoacán la cifra de personas desaparecidas ronda las 6 mil víctimas.