Vivir las paces en la costa michoacana
El trabajo realizado durante los días 19,20,21 de agosto de 2024, en el Municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, en el marco del programa de Mujeres de Acero "Hagamos la Paz", constituye un ejercicio de acercamiento de las acciones de la Cartografía de la Paz y la Ética de los Cuidados, para la construcción de la Paz Mundo, acciones impulsadas por grandes mujeres de acero, por mujeres resilientes, por mujeres generosas, por las mujeres que integran el grupo cultural "Plumerías" y con el acompañamiento del Embajador líder mundial por la Paz y Embajador de la UNESCO Gerardo A. Herrera Pérez. Desde luego la importancia del trabajo social que realiza la empresa ArcelorMittal y la Lic. Cynthia Arredondo por hacer posible el Programa de inversión comunitaria de Mujeres de Acero.
La Cartografía de la Paz, es una visión holística abordada desde la transdisciplinariedad y los saberes; sus elementos, o la diversidad de sus paces, son elementos sistémicos porque todas las paces se interconectan y es interdependiente. No debemos olvidar su conexión con las violencias y los conflictos que nos ayudan a construir un concepto de paz como categoría independiente, compleja y con distintas dimensiones, incluso es polisémica.
La Cartografía de la Paz se construye desde la definición de paz que se asocia a la no violencia y comparte las etapas de estudios que nos permiten observar la necesidad de identificar las diversas paces, desde el dónde vivimos, hasta el adónde vamos.
La Cartografía contiene las siguientes paces: negativa, positiva, neutra, social, Gaia, interna, multicultural, intercultural, transcultural, vulnerable, sostenible, resiliente, dialógica, para la aldea global, espiritual, imperfecta, diversa, para concluir en la Paz Mundo.
Durante los talleres realizados en distintos puntos del municipio de Lázaro Cárdenas, con distintos actores institucionales (al menos 20 instituciones públicas), familiares (familias nucleares, monoparentales, extensas y otras), y de organizaciones de la sociedad civil (Mujeres de Acero y otras) y estrategias pedagógicas, se llevaron a cabo los talleres de Ética de los Cuidados y Cartografía de la Paz.
En el ejercicio del trabajo logramos identificar las distintas paces en la medida en que trabajamos de manera no solo en equipo, sino colaborativamente.
Así, podemos identificar que vivimos la paz social, al generar los encuentros tanto en el Centro Cultural la Parota, en la Mira, como en Playa Azul, en ambos lados se recibieron y participaron diferentes personas (hombres, mujeres, infancias, adolescencias, personas con discapacidad, es decir diversidad y diferencia social) con un gran acercamiento humano y sin procesos de jerarquización social, ni sometimiento; igualmente, los espacios en que desarrollamos nuestras actividades fue un espacio que envolvió a la Paz Gaia, primero, con el cuidado y esmero que hace Lupita en el jardín de su domicilio de Playa Azul, y con el compromiso del exjefe de tenencia de la Mira don Jorge Peñaloza, Conchita, su esposo, y Tzitziqui, de mantener limpio las áreas verdes del Centro Cultural la Parota y disfrutar del trabajo comunitario realizado por muchos años en ese sitio en que se protege a un ser vivo, a una gran Parota, y bajo su sombra trabajamos, haciendo ejercicios estéticos en ambos lugares.
En la casa de Lupita, donde realizamos las actividades de la Ética de los Cuidados, disfrutamos de la Paz Gaia, del respeto a la naturaleza, al planeta, así como de la Paz Vulnerable; Lupita genera en el patio de su casa un escenario de respeto a los seres vivos, principalmente de las plantas, un conjunto de hojas verdes de diferentes tamaños, intensidad del color verde de las plantas, formación de las hojas, flores de diversos colores, contrastando con árboles y arbustos, así como helechos, es decir, la presencia del respeto a la naturaleza traducida en Paz espiritual, del pensamiento racional ambiental. Y por otro lado, la llegada y participación de la Paz Vulnerable con la presencia de Génesis y Yola; Yola es vecina y amiga de Génesis, lo que le permite ser sus ojos e interpretación de la realidad que le rodea a Génesis quien es una persona con discapacidad visual; la presencia de ambas y su participación también permite comprender la Paz sostenible, es decir la cero discriminación y exclusión para la presente generación y las próximas, sin mecanismos de opresión; Génesis participó, escucho, compartió sus reflexiones, pero igualmente toco y percibió los trabajos realizados por los participantes en su mesa.
Al salir del taller del Centro Cultura la Parota, me expresaba Alain, que, aunque debía retirarse no lo hizo, se quedo hasta el final, porque se sentía sin estrés, tranquilo, sin preocupaciones, y eso le permitió disfrutar del evento, y convivir plenamente, tomando las fotografías, selfis, videos y haciendo su dibujo de la paz, creando un ambiente De Paz Interna para todos, todas, todes los que ahí estábamos participando.
En los diferentes espacios en que se convivió, se vivió una Paz Negativa, porque no había conflictos que atender, pero también una paz positiva, porque se realizan las actividades de manera ordenada, con respeto, con diálogo, con iniciativa, con cooperación de las compañeras de Mujeres de Acero que acercaron todos los materiales y se encargaron de atender a las audiencias, pero igualmente se vivió una Paz Neutra, porque si había alguien que llegó, principalmente en el Taller de Ética del Cuidado, con preocupaciones, estrés, presiones, las acciones realizadas en el taller, hicieron que el aprendizaje, la información, la formación surtieran los efectos para que disfrutara del momento y se viviera una Paz Neutra, y es que se neutralizaron los posibles hechos de estrés y violencia que se viven, mediante la participación dialógica asertiva.
Otra de las paces que vivimos fue la Paz Resiliente, es decir, cualquier problema que hubiéramos tenido los participantes en las diversas actividades desarrolladas en Lázaro Cárdenas, Playa Azul, La Mira en el Centro Cultura la Parota, lo dejamos atrás para incorporarnos a un equipo colaborativo y de construcción de espacios sin violencia, positivos y generosos en nuestra contribución con el otro, generando complementariedad, alteridad, tolerancia, respeto.
La Paz dialógica estuvo presente y prevaleció en los distintos espacios y contenidos desarrollados en los modelos psicopedagógicos utilizados, era fundamental para la construcción de los mapas conceptuales que se prepararon y compartieron, así como de las expresiones estéticas que se realizaron en el Centro Cultural la Parota y en Playa Azul.
La Paz para la aldea global, es decir, para la comprensión del ser humano tridimensional, individual, social y planetario, se reflejó en los compromisos que se hicieron para cuidar los elementos de la naturaleza, realizar las buenas prácticas y compartir con otras personas.
Vivimos una Paz diversa, porque el conjunto de personas que ahí coincidimos, es así, diversa: social, cultural social, cultural, étnica, lingüística, sexual, dogmática, política y aun en la diversidad de pluriversos pudimos interactuar y generar condiciones para la construcción de espacios de paz y convivencia.
Podemos pensar y asegurar que presenciamos una Paz imperfecta, es decir, si bien es cierto que todos, todas, todes mantuvimos un nivel de vibración muy alto, no sabemos si en determinado momento podrían generarse situaciones que alteraran la paz, haciendo de ésta, una manera transitoria y no definitiva de estar, no obstante, el desarrollo de los ejercicios pedagógicos fue una gran experiencia.
Finalmente, vivimos las tres paces: multicultural, intercultural y transcultural, porque no todos veníamos de la zona costa de Michoacán, sino de una diversidad de lugares, así como diversidad de experiencias y saberes; así nos permite identificar la suma de personas diversas, y su distinta manera de interactuar, buscando transitar a un nuevo modelo de sociedad, más justo, más incluyente, construyendo diálogo para resolver conflictos.
Con nuestras actitudes, compromisos y formas de ver la realidad de la vida, generamos las condiciones para ofrecernos la oportunidad de comprender la importancia de una cartografía de la paz y poder tener más claro en cada momento, con cada grupo social como generar las condiciones de la comunicación o el diálogo.
Reconocimiento a Manglitus porque nos permite observar el cómo si se puede mantener una Paz Gaia, o Paz Ecológica, o Paz Ambiental, cuidando de los manglares y de su biodiversidad, gracias, gracias Florentina, eres una gran anfitriona. Manglitus vive una Paz Gaia.
Mención especial merecen quienes desde su profesionalización como medios de comunicación estuvieron presentes, entre ellos, Ciudad Locura, con Frishito, así como Radio Azul, con Alain Sonora, que dan cuenta de la importancia de informar a la población.