Tras bambalinas
Otro ente que no será autónomo
Dos son los nombramientos fundamentales que le faltan a Claudia Sheinbaum Pardo. Los ha mantenido en la secrecía y, entre más tiempo pasa, da la impresión de que las designaciones serán impuestas. ¿O será el primer paso para la ruptura?
Defensa y Marina, son las puntas de la tenaza para el sostenimiento del actual régimen. Pareciera que, sin la opinión de AMLO y Cresencio Sandoval, no se moverá una sola hoja de ese expediente.
La captura, secuestro, o entrega de “El Mayo” Zambada complica todavía más el asunto pues, como se ha visto, al igual que López Obrador, SEDENA tampoco tenía información alguna de lo sucedido.
Es evidente que funcionarios de gobierno de Estados Unidos, mantuvieron en alta discreción el plan para la entrega del capo, lo que confirma lo dicho en este espacio hace dos semanas: los órganos de inteligencia de USA no confían en México.
El mayor nivel de desconfianza se centra en el mismísimo Andrés Manuel López Obrador y en el titular de la Defensa, Cresencio Sandoval.
Esto, desde lo ocurrido con la detención del general Salvador Cienfuegos en el 2020, de la que tampoco tenían información alguna, y que derivó en un diferendo diplomático, que culminó en la entrega del militar a la justicia mexicana.
El gobierno del vecino país no se disculpó. Sólo dejó en las manos de la administración de Morena, la culminación de las averiguaciones y la sentencia final resultante. En México, fue exculpado.
Según algunos medios, como la BBC, “la decisión del fiscal general William Barr de abandonar los cargos, era una especie de acuerdo entre el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la administración Trump”.
“AMLO, quien durante su campaña presidencial era un crítico abierto de Trump, ha sorprendido a muchos en México por su voluntad para acomodarse a su homólogo estadounidense”.
Esto abre un frente inevitable para la futura presidenta, Claudia Sheinbaum, porque si bien ella tiene amarrado su nombramiento, en Estados Unidos están en medio de una contienda que estallará en más tensión para México.
Evidentemente, la administración Biden le tiene guardadas muchas otras sorpresitas al gobierno de López Obrador, para hacerle pagar dos ofensas fundamentales cometidas por la 4T:
1.- Haberle escatimado el reconocimiento del triunfo a Biden en las pasadas elecciones y retrasarlo hasta el último minuto.
2.- El envío de una carta al ahora candidato Trump “sobre el tema migratorio y la importancia que tiene mantener la integración económica entre Estados Unidos, México y Canadá”.
Con esa sola deferencia, daba a Trump como tácito ganador de una contienda que ni siquiera se ha llevado a cabo. El gobierno de Joe Biden lo registró como un menosprecio a su candidatura.
Así, hoy la desconfianza se ahonda. Con Kamala Harris las cosas no serán diferentes, sobre todo porque hay varios temas de política internacional, que hacen muy profundo el distanciamiento entre los dos gobiernos salientes:
1.- La revisión del T-MEC, que cruza por la política energética y petrolera de México, adosada con el apoyo subterráneo que ha mantenido AMLO al gobierno de Cuba, con la venta creciente de gasolinas y petróleo.
2.- El tema Venezuela y el apoyo a dictaduras como las de Nicaragua y Cuba, así como a presunto narco políticos ecuatorianos, como Jorge Glas y Rafael Correa, cuyos personeros trabajan en México.
LA VISITA DE CLAUDIA Y AMLO A SINALOA
A la luz de todos estos hechos, la reciente gira de AMLO y Claudia Sheinbaum a Sinaloa, provoca muchas dudas y cejas levantadas, por la serie de simbolismos que encierra ese, aparentemente, inocuo viaje.
Vale la pena preguntarse ¿Por qué fueron López Obrador y Claudia Sheinbaum a Sinaloa justo ahora? ¿A dar su respaldo a un gobernador bajo sospecha de narco como Rubén Rocha?
¿Por qué Rocha salió del país, sin permiso del Congreso del Estado justo el día que asesinaron a Melesio Cuén y secuestraron a El Mayo Zambada? ¿Conocía o no al “Mayo” y a Los Chapitos? ¿Por qué se distanció de Cuén?
¿AMLO quiso mandar un mensaje a los cárteles del narcotráfico y demostrar que tiene bajo control a la futura presidenta? ¿Ella será obediente? Todo esto ocurre, en vísperas del nombramiento del futuro secretario de Defensa.
Por lo que se ha visto en los últimos días, todo parece indicar que será otra imposición no sólo de Andrés Manuel López Obrador, sino de las falanges actuantes del narcotráfico y del crimen organizado, que tienen ya diversos frentes y rostros.
Muchas las evidencias de que, bajo la égida de López Obrador, en México creció un Narco Estado. “Abrazos no balazos”, fue la estrategia política sexenal para dejar pasar al cártel de Sinaloa.
En todo caso, lo paradójico, en medio de la labor de zapa que ha realizado estos casi 6 años AMLO, al demoler todas las instituciones democráticas, el mensaje es que Sheinbaum se perfila como otro ente que no será autónomo.