Mas allá del Tren Maya
El Tren Maya quedará terminado antes del 15 de septiembre y es la principal obra de infraestructura lograda en México bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, El aeropuerto Francisco J. Múgica, el aeropuerto de Tulum, el Transísmico de Salina Cruz-Coatzacoalcos con sus polos de desarrollo; la enorme red de caminos y autopistas construidas a lo largo y ancho de la República, así como los programas sociales que benefician a decenas de millones de hogares y personas de todas las edades en el campo y en los centros urbanos del país son grandes e históricas obras de impacto estratégico y en cuanto al Tren Maya, éste merece un tratamiento especial.
El Tren Maya en sí mismo es una hazaña de ingeniería realizada en tiempo récord dada su magnitud, sin embargo, sus múltiples impactos tienen alcances históricos:
- Como vía física para el desarrollo estratégico nacional, representa la incorporación de una enorme región marginada más que ninguna otra desde la modernización emprendida por Porfirio Díaz a fines del siglo XIX. La economía, la política y la cultura del centro del país se dirigió desde entonces hacia la potencia del norte. Con esta obra se incorpora el sur sureste y se vincula México con Centroamérica dado que se proyecta su extensión hacia los vecinos del sur.
- El mejoramiento económico de miles de comunidades y ciudades de esa enorme región promoverá su mayor participación en la vida pública del país; generará una mayor movilidad social y la elevación de los niveles de salud, educación, vivienda y servicios comunitarios para millones de personas.
- El sector turístico nacional tendrá un impulso sin precedentes. Aún sin terminar, el Tren Maya se ha convertido ya en un atractivo destino turístico mundial vinculado al turismo de playa, pero, mucho más allá, los cientos de centros arqueológicos que se integran a su ruta y a los cuales se agrega el cráter Chicxulub como polo turístico de carácter científico y educativo único en el mundo, llevarán a México a un nivel nunca alcanzado como potencia turística.
La gran plancha calcárea de la península de Yucatán con sus selvas y cenotes son un complemento muy atractivo acompañado de una infraestructura impresionante de servicios en hoteles, centros de atención a los visitantes y acceso a los mercados locales de artesanías atendidos por la población local distinguida por su hospitalidad y amistad. Adicionalmente, esa región tiene hoy los niveles más bajos de inseguridad del país.
- En el terreno intangible quizá reside la mayor importancia de esta gran obra porque en ningún otro momento y lugar de la Historia de México se había abierto tal fuente de conocimiento sobre las raíces de esta nación y de su actual sociedad. La identidad nacional experimentará un enriquecimiento sin precedentes porque la cultura maya y sus miles de comunidades ancestrales han sido un mundo prácticamente desconocido para la mayoría de l@s mexican@s. La conquista española y su evangelización lograron liquidar u ocultar radicalmente las evidencias de los avances logrados por esas culturas en los campos de la ciencia, la filosofía y las artes.
Es cierto, se trataba de sociedades autocráticas como en la mayor parte del mundo, pero, toda la riqueza civilizatoria acumulada por miles de años quedó sepultada por la conquista y en el México independiente por regímenes influidos por las culturas europeas dominantes. Ahora, este país puede reconstruir su identidad con un perfil propio como nunca antes.
Con los avances logrados, es seguro que la Presidenta Electa Claudia Sheinbaum con su perfil científico y su compromiso humanista y democrático va a llevar la compleja obra del Tren Maya a niveles superiores de desarrollo. Sólo el rescate de la riqueza arqueológica puesta ya al descubierto, implicará muchas décadas de estudio de los especialistas en todas las ramas del conocimiento y éste deberá llegar a tod@s l@s mexican@s través de los sistemas educativo y cultural de los tres órdenes de gobierno.