Otra vez los vecinos
En los doscientos años de historia del México independiente, nunca esta sociedad había vivido la fuerza popular que se ha manifestado en este período de la Cuarta Transformación. Antes, las luchas internas o el dominio del partido de estado habían limitado la capacidad de l@s mexican@s de hacer valer la soberanía mexicana.
En este momento, a pesar de la vecindad con la máxima potencia política, económica y militar que haya existido en la humanidad, es posible levantar la voz con la dignidad que lo hace Andrés Manuel López Obrador, Presidente de este país.
Es cierto, la potencia del norte sigue encabezando agresiones sin límite como la Guerra de Ucrania, el genocidio israelí contra el pueblo palestino, la inmoral política contra la migración, el guerrerismo permanente que lo ha llevado a invadir a decenas de países dejando un rastro de sangre y dolor en millones de seres humanos y desde luego, continúa su esquema interno de racismo, clasismo y abandono de su juventud al dominio de las drogas buscando culpables externos.
Tal escenario, sin embargo, ha entrado a un período de crisis. El surgimiento de nuevas fuerzas alternativas como los BRICS y la resistencia al neocolonialismo de ese país y de los gobiernos europeos se extiende en Asia, Africa y América Latina generando evidentes contrapesos a la hegemonía estadounidense.
En la coyuntura actual -lo ha reiterado AMLO- la campaña electoral estadounidense que se resolverá el primer martes de noviembre próximo, está agudizando la problemática señalada, pero, destaca la mayoría de esa sociedad que en las encuestas previas a la renuncia de Biden a la candidatura demócrata manifestaban rechaz a tal candidatura igual que a la de Trump por el Partido Republicano.
Ahora, Kamala Harris despierta el interés de millones precisamente por su deslinde declarativo de los discursos de Biden y Trump quienes sólo ofrecían más de lo mismo y no es casual el entusiasmo que despierta la ahora inminente candidata demócrata con sus afirmaciones por el respeto a derechos básicos de las mujeres como en el caso del derecho al aborto; el respeto a los derechos de las minorías y su demanda de un alto al fuego en Gaza, entre otras esperanzadoras líneas de su posible gobierno y lo cual le ha ganado el apoyo decidido de numerosos grupos y sectores sociales incluyendo en su propio partido a Bernie Sanders quien ha logrado para su propuesta de socialismo democrático, en las anteriores dos contiendas, el respaldo de más de nueve millones de personas, la mayoría jóvenes.
No deja de generar expectativas favorables Harris por su condición de mujer que empata con el gran apoyo logrado por la candidata triunfante en México, Claudia Sheinbaum y sin duda, ya el propio despertar del interés de millones que se movilizan por la demócrata es un fenómeno importante porque son un emplazamiento político que pesará en el ejercicio de factible gobierno.
Desde luego, no hay lugar para un optimismo desproporcionado porque la potencia del norte no cambia sus políticas e intereses estructurales de dominio mundial con el cambio de personajes en la Casa Blanca como se vio con Kennedy, Clinton, Obama y el mismo Biden, casualmente, todos de filiación demócrata, pero, ahora habrá de influir la nueva correlación de fuerzas en el planeta e internamente la intervención política de la población hispana en Estados Unidos la cual en 2022 superó los 63 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente el 59% procedían de nuestro país.
Adicionalmente, el triunfo de la 4T en México el 2 de junio de 2024 influirá, sin duda, en un mayor protagonismo de ese importante sector en lo que suceda en el ya próximo noviembre en EEUU, eso, más allá del estridentismo, retórica y demagogia propia de quienes se disputan el poder, tanto hacia la Presidencia, como hacia los espacios legislativos y de los gobiernos estatales de la Unión Americana.