Dos de junio: ¿el retorno del partido único?
MORELIA, Mich., 26 de julio de 2024.- Entender lo que sucedió el 2 de junio desde la sola visión de un triunfo de Morena y aliados, sería como tener una visión monocromática de las cosas.
No se trata de la narrativa de la izquierda versus la derecha; de neoliberales contra conservadores.
El 2 de junio fue el arranque de un largo y profundo proceso de cambios, políticos, electorales, judiciales, geopolíticos, económicos.
Inicia el reformismo a modo del constituyente, y en el peor de los casos, del regreso al partido único, el partido de Estado, a México, advierten.
Es, en sí, el relanzamiento del Estado Mexicano.
Para los opositores, analistas y no pocos académicos, viene un endurecimiento del régimen.
Para Morena, la construcción del segundo piso, llamado así al plan transformador que arrancó el propio Andrés Manuel López Obrador.
La acción ya se articula y lleva a cabo, hoy, en estos momentos.
La decisión del presidente López Obrador por demoler hasta los cimientos el actual modelo de justicia mexicana, so pretexto de la corrupción, avanza sin obstáculo alguno, sin mayor análisis, reflexión ni punto de quiebre. Es irreversible.
Quedará en capilla la Reforma Política, que incluye los órganos electorales, cuyo plazo no pasará de mediados del 25.
El izquierdista, apenas confirmó la mayoría calificada de su partido, Morena y aliados, tanto en el Senado de la República y la Cámara de Diputados, retomó su paquete de reformas: 18 constitucionales y a dos reformas de leyes secundarias, que ya había presentado el 5 de febrero, en el marco de los actos conmemorativos al constituyente, en la ciudad de Querétaro.
Pero una, solo una, es la que le punzaba en la cabeza: la Reforma el Poder Judicial, el único poder que impidió el paso de todas las reformas estructurales que el tabasqueño impulsó con su mayoría en el Congreso de la Unión.
López Obrador hizo valer la victoria de manera inmediata.
El 6 de junio, a medio proceso de los cómputos, pero ya con una victoria avasallante confirmada, salieron los jefes camerales, leales al Presidente, Ricardo Monreal del Senado, e Ignacio Mier, de San Lázaro, para anticiparse a todo, por encima incluso de la propia Claudia Sheinbaum, y anunciar que la reforma al Poder Judicial concluirá antes de que termine el mandato de López Obrador.
La versión fue ratificada por el tabasqueño un día después, en su mañanera. Así, unos mil 600 integrantes del Poder Judicial serán electos por voto libre y directo.
La venganza en crudo, pues.
De la izquierda a la derecha, el ocaso político
Jesús Zambrano es el líder nacional del PRD, o lo que queda de él.
El Partido del Sol Azteca fue la cohesión del llamado Frente Democrático Nacional, que en 1988 aglutinó el primer gran movimiento político-electoral de la izquierda mexicana en un solo ente con vida orgánica, estatutaria e institucional.
Fue la válvula de escape, incluso para los movimientos guerrilleros de los 70s, y el vehículo institucional para disputar espacios a través de la vía democrática.
Logró una histórica victoria en la capital del país con Cuauhtémoc Cárdenas a cabeza en 1997. Desde entonces, no se ha soltado ese bastión.
El reclamo a la cuestionada elección de 1988 obligó al salinato a abrir el proceso de transición y alternancia. Primero con el PAN, en Guanajuato, y luego con el PRD, en la Ciudad de México.
El remedo de reforma política de 1977 había quedado atrás, por mucho, mucho.
Se abrió la concertacesión.
La transición a nivel regional fue tersa por momentos, violenta y sangrienta en otros, como sucedió en Michoacán, Chiapas y Guerrero.
Las resistencias caciquiles del viejo régimen desafiaban las decisiones de los nuevos órganos electorales, creados a solicitud de la oposición que hoy es gobierno.
Ahora, frente al nuevo paradigma, Jesús Zambrano habla sobre el 2 de junio, el nuevo régimen y los avatares por venir.
"Está muy claro que va a haber un afianzamiento de todos los resortes del poder para concentrarlos en el Ejecutivo, para hacer realidad lo que López Obrador dijo: que el Poder Judicial debía ir en la ruta de que todos sus integrantes fueran elegidos por voto popular. Esto va a distorsionar, vamos esto modifica en sí mismo el sistema político mexicano y distorsionará todo lo que tiene que ver con la división y especialmente el equilibrio de poderes, porque van a estar todos bajo la égida del Poder Ejecutivo".
Ahora también hay que decir que todo esto será posible si en la coalición oficialista, encabezada por Morena, se da la sobrerrepresentación grande, enorme que se quieren otorgar por encima de lo que establece la Constitución y hay que estar muy pendientes de esa decisión que tomará el INE primero, y después con toda seguridad, el Tribunal Federal Electoral.
Por el otro, si esto se logra, entonces vendrán más modificaciones constitucionales y con ello las leyes electorales. A partir de ahí, sí veremos cómo avanzan en la ruta de conformarse como el partido único", señaló.
Izquierdista de origen e integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, movimiento guerillero nacido en el occidente del país en los años 70, Jesús Zambrano, también sentencia sobre la iniciativa para acabar con la representación proporcional, la que hace más de 30 años clamó la oposición.
"Si desaparecen por decisión de una sobrerrepresentación de las cámaras, si desaparecieran todo el esquema de la representación proporcional, entonces todas las minorías estarían durante un tiempo muy largo prácticamente sin posibilidad de existir política e institucionalmente, porque todo lo ganaría el partido que gana lo uninominal. Y si le meten todo como ya lo vimos para lograrlo el 2 de junio, entonces sí corremos el riesgo de ir en la ruta de un partido único, que nos llevaría a establecer prácticamente un gobierno autocrático, un gobierno mucho más autoritario, de corte dictatorial.
—Jesus, tú siempre has sido un militante de izquierda. ¿Ves similitudes entre el PRI de antaño y el nuevo Morena?—, le pregunta este reportero
—Tiene rasgos comunes en el autoritarismo y en la manera de comportarse, por supuesto. Pero aún así, después de que por ejemplo, del 76 al 82 del siglo pasado gobernó López Portillo y que llegó siendo el candidato único con todos los votos a su favor en 1976 a la Presidencia de la República, pues inmediatamente después se dieron cuenta de que por ahí no era y empezaron a abrirse, porque también no hay que olvidar que de finales de los 60, principios de los 70, hubo movimientos sociales y políticos muy fuertes, y el fenómeno de las guerrillas en México que llevaron la tragedia de la llamada "guerra sucia" durante 20 años, especialmente de la década de los 70. Pero fueron los gobiernos priístas, quienes entendieron con el tiempo que debían abrir el sistema político, y aquí estamos ante un fenómeno en sentido contrario. Aquí están cerrando el sistema político, aquí quieren acabar con la pluralidad política del país".
El PRD fue la primera víctima del obradorato. Aparte de perder el registro, al no alcanzar el 3 por ciento de la votación nacional, sufrió la sangría y el desmantelamiento de sus estructuras. La mayoría de sus cuadros migraron con López Obrador, unos en medio de traiciones, otros con probada lealtad. Pero en esencia, es la misma clase política y gobernante que llegó al poder bajo el siglado perredista, incluído el mismo Presidente.
Hoy, el PRD ya no existe más. El 2 de junio se convirtió en su ataúd y hoy está en pleno proceso de exequias. En algunos lugares, como Michoacán, trabaja para relazarse como fuerza regional.
—¿Se observa un regreso al pasado?—, se insiste
—"Sin duda alguna estamos en una evidente regresión en el terreno político, en el terreno institucional, en el manejo de las cosas públicas, pero lamentablemente todo indica que la mayoría de la población prefirió eso y regresar a los tiempos de un manejo monopartidista, autoritario, con un Gobierno fuerte, pero que cuando la gente empiece a darse cuenta de que sus áreas de posible participación en las decisiones públicas se les cerrarán de manera plena, puede haber reacciones fuertes y hay que estar pendientes de ello", advierte.
Jesús Zambrano, cuya voz opositora ya solo será en la próxima Legislatura del Senado de la República, afirmó que el 2 de junio acentuó los rasgos no solo del retroceso, sino del autoritarismo del régimen mexicano.
—"Ya los estamos viendo. Ya estamos padeciendo estos retrocesos. Está de vuelta el pasado a los años 70. La persecución política contra opositores, el acoso a los periodistas, a los comunicadores. La amenaza ante cualquier crítica o inconformidad que se genera en el poder lanzan a la Unidad de Inteligencia Financiera, lanzan a las Fiscalías a perseguir.
"Ahora se hace sin que parezca que hay una persecución como la vimos en los años 70, con la Dirección Federal de Seguridad, la Gestapo mexicana, la policía política. Pero como ya no vivimos aquellos tiempos, es muy difícil que se pueda regresar a establecer algo en la forma, pero en el contenido no dudes que esto se puede acentuar.
"Es el gran riesgo que también tenemos los opositores, pero también en eso yo tengo confianza, en que la existencia de partidos políticos y de voces que aprendieron en todo este tiempo a criticar, a exigir la libertad, en el derecho a que se reconociera la pluralidad política, eso va a ser muy difícil también que de repente se regrese al pasado", declara.
—¿Se ve un escenario para un diálogo que permita trazar una ruta al fortalecimiento democrático del país con Claudia?—
—"Yo hasta hoy no veo a una Claudia dispuesta a alejarse de los rasgos autoritarios de Andrés Manuel. Va a mantener en lo esencial el estilo, aún cuando aparezcan ahí en el gabinete personajes muy dialoguistas o de perfiles académicos importantes. Pero si está dándose eso mientras dice Claudia: 'vamos por las 20 reformas que planteó López Obrador', entonces ¿cuál cambio? ¿De qué serviría un diálogo que será o sería prácticamente un diálogo de sordos, si se va a mantener la perspectiva de una línea autoritaria?
"Ojalá y Claudia sí pueda tender los puentes que López Obrador no hizo con la oposición para sentarse a dialogar. Veamos qué se puede construir mediante el instrumento del diálogo. Pero esperaremos a ver a que llegue octubre, porque de aquí a septiembre, el que va a mandar y seguirá siendo el hombre fuerte será López Obrador. Y Claudia diciendo: 'sí, señor'...".
El golpe técnico de la sobrerrepresentación parlamentaria
En la resaca electoral, el PAN no cede.
Esgrime, argumenta, patalea.
Ve, aunque tenue, una luz al final del túnel.
Marko Cortés mantiene la disrupción:
—"Y esto no se acaba hasta que finalmente falle el Tribunal Federal Electoral. Yo esperaría que en esto demuestren que realmente van a hacer valer ese 41 por ciento que tuvo de votos la oposición en México. No es posible que teniendo el 41 por ciento de votos, toda la oposición en su conjunto, solo nos quieran asignar el 25 por ciento de representación en la integración de la Cámara de Diputados.
Y que a Morena, con sus aliados, solo teniendo el 55 por ciento le quieran asignar el 75 por ciento de los espacios legislativos. Porque ahí lo que están haciendo es una burda sobrerrepresentación de la coalición gobernante y una subrrepresentación de las minorías, de la oposición, que abre, por supuesto, este espacio para que puedan hacer una reforma constitucional con su propia mayoría. Por eso, la Constitución establece que ningún grupo parlamentario puede tener más de 300 diputados federales", declara.
"Igual ninguna coalición gobernante puede tener más de eso, porque si no, no requieres consenso. Con la propia coalición gobernante puedes hacer, no una reforma legal, pues eso está entendible, pero sí una reforma constitucional que obligue la visión compartida, no solo de quien gobierna, sino también de una parte de la oposición. Y yo te diría que esa es la primera gran batalla en la que debemos de concentrarnos, y esperando una digna actuación, valiente actuación del Tribunal Federal Electoral. Y, por supuesto, en su momento, de legisladores de ambas cámaras, tanto de Diputados como de Senadores, en donde nadie le falle a México y nadie le falle a todos esos que votaron, porque solo así habrá equilibrio y contrapeso en el país, que no se vayan a doblegar o vender frente al poder".
El michoacano apuesta al cierre de filas de la endeble bancada opositora en el Senado de la República.
Solo así, anticipa, se podrá impedir el avance de las reformas constitucionales que impone el Presidente López Obrador.
"Recuerda que en el Senado de la República les faltan al menos tres senadores y es una pena que se dé por sentado que ya tres se doblaron o se vendieron. Yo espero que todos honren el voto opositor que obtuvieron y que la suma de los 22 senadores del PAN, de los 15 o 16 que tiene el PRI y los dos que tiene el PRD y los cuatro o cinco que tenga el Partido de Movimiento Ciudadano, pues se sostengan todos con firmeza. Porque si lo hiciéramos, si hubiera el valor y la determinación en todos estos integrantes, pues tampoco habría que preocuparnos de más en el intento de destruir los equilibrios, las instituciones y los contrapesos".
Mantener la cohesión del bloque, se antoja difícil. La vulnerabilidad de los grupos parlamentarios es mucho más evidente ahora.
Marko Cortés lo reconoce:
"El Ejecutivo está tratando de imponer este control en las cámaras".
El panista lanza la crítica y hace las comparaciones con el régimen priísta de antaño.
"Son los mismos de antes. Ahí está Manuel Bartlett, que fue el que tiró el sistema. Y recordarás que gran parte de los morenistas estuvieron en el viejo régimen, siendo parte del partido gobernante. Entonces, por supuesto, lo que buscan es tener, aún sin el respaldo popular, la sobrerrepresentación y a la oposición, subrrepresentarnos. Quieren mantener esa mayoría calificada artificial, porque no recibieron el voto de mayoría calificada de los mexicanos".
—¿Entonces están latentes los riesgos de regresar a un régimen de esta naturaleza o de este corte?—
—"Va a depender de la firmeza de todos los legisladores, ya te he dicho. Si los legisladores que fuimos electos por las diferentes vías resistimos, no hay mayor riesgo. Si se venden algunos, claro que los hay".
Pero el panista insiste en sus mayores temores.
—"Lo que les exigimos es que respeten el voto y no construyan amenazando o comprando a algunos legisladores una mayoría que no obtuvieron en las últimas. Por eso, mi llamado es a resistir a que ningún legislador de oposición se venda o se doble frente a un gobierno que va a perseguir y amedrentar a todos".
—¿Seguirá el tema de la cooptación, Marco?—
—"No tengo la menor duda, no ha parado. Eso sigue por todos lados. Amenaza y oferta. Garrote y premio. Y es parte de lo que no queremos que en México se instaure".
A punto de cumplir 85 años como partido político, el Senador por Michoacán apunta que el PAN se mantendrá como la única oposición real a Morena, aunque los alcances numéricos les limiten al campo de acción.
Aún así, embiste contra la narrativa presidencial y del partido oficial.
"Es falso. Quieren engañar a la gente porque no obtuvieron el voto de mayoría calificada y quieren tener la mayoría en el Congreso. Eso es fraude a la ley. Eso está violentando el voto de los mexicanos".
Apenas el 23 de junio, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación eligió a Claudia Valle como la sexta magistrada que integra el pleno del TEPJF para calificar y validar la elección presidencial del 2 de junio, el triunfo de Claudia Sheinbaum y el llamado Juicio Madre, donde la oposición mantiene el alegato de la ilegalidad en la sobrerrepresentación de Morena y aliados en ambas cámaras.
Ante un fallo a favor del oficialismo, tal y como se prevé, el panista advierte:
"Estaríamos regresando a los tiempos de Echeverría, de López Portillo, en donde no se vale disentir, y a quien disiente, a quien no está de acuerdo, a quien se opone, se le persigue, se le ataca, se le señala con toda la fuerza del Estado. Y no solo a políticos, legisladores, sino a cualquier medio de comunicación, a cualquier intelectual, a cualquier persona que se atreve a disentir, solo disentir frente a un régimen. Por supuesto que estamos ante un triste, grave, peligroso retroceso autoritario en México".