Tigres de arena
Presidenta Xóchitl Gálvez Ruíz
Al momento de publicarse esta columna estarán faltando poco más de 10 días para la elección más relevante en la historia reciente de México.
Se desahogó el tercer debate presidencial en un ambiente de extrema polarización y donde se contrastó la realidad del país con el discurso vacío del oficialismo.
El tema que ha dado el toque final a la candidata fáctica ha sido el de la inseguridad y la aciaga realidad mexicana se impone a la más mentiras y las narrativas de la moralidad. Por primera vez en seis años el movimiento de la falsa transformación se vio reducido a lo que siempre fue: llanto y resentimiento.
Las cifras son frías y la candidata oficial no logró convencer al electorado en relación a la entrega del país que ha hecho su partido hacia el crimen organizado. Los más de 200 mil muertos con los que cerrará la administración federal son el legado negro de la transformación y el día de ayer redactó el punto final a su proyecto político.
Xóchitl Gálvez Ruíz ratificó su compromiso por combatir a los grupos fácticos de este país y desde el primero de octubre de este año se encargará de la seguridad para devolverle la dignidad a los millones de mexicanos que han sufrido directa e indirectamente los estragos de los grupos criminales.
El rostro de la frivolidad y el cinismo se atestiguaron en televisión nacional y las verdades se impusieron a la representante del gobierno más criminal de la historia.
El 2 de junio se votarán dos proyectos de nación: el de la sumisión al crimen o el de la recuperación, no hay más.
La campaña prácticamente ha concluido y las propuestas se encuentran en manos de los mexicanos y mexicanas. La elección va mucho más allá de una simpatía o antipatía que apele al carisma de una persona. El voto responsable y el rumbo del país está en juego. La vida en democracia está en juego.
Xóchitl Gálvez es la candidata del PRI, PAN y del PRD, así como de colectivos de la sociedad civil organizada. Esto se ratificó en el marco del encuentro del 19 de mayo en la Ciudad de México y el mensaje está claro: unidos ganamos todos.
Al oficialismo lo único que le resta es hacer uso de las artimañas y estrategias de las que ellos fueron críticos durante décadas. Han buscado coptar el sistema electoral nacional y local con base en ataques y chantajes pero el voto popular es más poderoso que un proyecto de nación basado en el totalitarismo. El electorado mexicano ha madurado mucho durante 24 años y su cita con la historia lo confirmará el 2 de junio.
No queda más que reiterar el llamado a votar por la coalición Fuerza y Corazón por México, por Xóchitl Gálvez y por cada uno de los candidatos y candidatas que están dando la batalla más valiente de este siglo por la democracia mexicana.
Sí, hay autocrítica y deudas pendientes del sistema de partidos con los gobernados pero delante hay una amenaza mucho más grande que podría costarnos la vida en libertad a todos.
Fuerza y Corazón por nuestros familiares, amigos y compatriotas, vayamos juntos con Xóchitl Gálvez Ruíz. Hasta la victoria para alejar a México del precipicio.
Ganaremos no tengo duda de ello.
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI
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