Tigres de arena
Xóchitl por la seguridad
El día 19 de mayo se realizarán los dos eventos más importantes para la oposición antes de la elección del 02 de junio.
Por un lado, la sociedad civil organizada se lanzará a las calles a marchar una vez más para demostrar su rechazo al oficialismo; por el otro, se efectuará el tercer debate presidencial cuya temática estará centrada en el tema de la inseguridad, el legado negro del actual gobierno para la posteridad.
El sexenio de la falsa transformación cerrará probablemente con 200 mil homicidios dolosos, convirtiéndolo en el más sangriento de la historia reciente, muy por encima de sus antecesores. Si bien podría describirse la estrategia de seguridad federal como un fracaso, resulta mejor definirla como un abandono o una rendición porque desde el primer día de esta trágica administración se eludió combatir al crimen organizado. La estrategia de “abrazos, no balazos” representó la entrega total del país a los grupos fácticos.
México es referencia de manera ignominiosa a nivel mundial porque 16 de las 50 ciudades más violentas el mundo se encuentran en este territorio. Varias de las localidades en mención a su vez se encuentran gobernadas por el partido oficial e ignoradas por sus respectivos gobiernos estatales emanados también del mismo movimiento. Los índices de homicidios por cada 100 mil habitantes (El Financiero: 2024) en ciudades como Colima, Obregón, Juárez o Manzanillo están a la par con regiones en conflicto como Puerto Príncipe o zonas en guerra.
Como ya lo ha dicho el diputado federal Rubén Moreira Valdéz reiteradamente en sus giras por el territorio nacional: “la seguridad es responsabilidad de los gobernadores”, y salvo muy ejemplares excepciones —Yucatán, Aguascalientes y Coahuila—, un gran número de administraciones estatales de este país claudicaron en el combate al crimen organizado. La supuesta coordinación que hoy prometen la candidata fáctica y el ministro Zaldívar no existió durante este sexenio y no se vislumbra que pueda suceder en el futuro próximo.
En este contexto, se ha de remarcar que los corifeos, voceros y apóstoles del movimiento oficial también son cómplices del gobierno criminal que concluirá el primer día de octubre. Si se realiza un ejercicio aritmético simple se obtiene la proyección de una dolorosa cifra que ascenderá a la de un millón de muertos durante el sexenio 2018-2024, al sumar el número de víctimas del crimen organizado —186 mil— a las más de 800 mil que dejó el pésimo manejo de la crisis del COVID.
Los mexicanos fallecidos en este sexenio reposan sobre los hombros de todos aquellos que continúan defendiendo el delirio de la ya fúnebre transformación. Ninguna administración federal había atentado contra los mexicanos como la que está por terminar y eso no debe olvidarse jamás. Una persona sensata e inteligente jamás defenderá ni justificará la muerte y la violencia.
Xóchitl Gálvez Ruíz alzará la voz este 19 de mayo a nombre de todas aquellas personas que fueron víctimas de un gobierno federal indolente, frívolo y banal. El silencio de aquellas personas que ya no están por causa del oficialismo es una herida que tardará mucho en sanar. Ella ha conocido directamente del dolor de los familiares y seres queridos de estos mexicanos y su compromiso está en combatir esta crisis para recuperar el México que alguna vez tuvimos.
Por la seguridad, por la vida y por la libertad, todos unidos salgamos a rescatar el país de la oscurantismo “transformador” y de los grupos fácticos. A partir del 1 de octubre de este año de la seguridad de los mexicanos y mexicanas se encargará la presidenta Xóchitl Gálvez Ruíz.
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI
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