Piden mayor regulación a los alimentos chatarra
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de mayo de 2024.- La publicidad es una fuerza vital en las economías, ya que los anunciantes necesitan difusión amplia y los medios requieren de ella para vivir; es la base del consumo, de que se “muevan” los capitales y su importancia económica es central. No obstante, el problema de la comida chatarra nos compete a todos.
De acuerdo a la información publicada por la UNAM Global, destaca que la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Carola García Calderón, señaló lo anterior y dijo que la promoción de alimentos y bebidas de bajo valor nutritivo ha tenido intentos de autorregulación, al tiempo que organizaciones de publicistas pugnaron porque se eliminaran restricciones “rígidas y discrecionales” del Estado.
Al participar en el IX Congreso Nacional de Ciencias Sociales, “Las ciencias sociales y los retos para la democracia mexicana”, organizado por el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (Comecso) y el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional, aseveró:
Aun a inicio del milenio jamás se consideró que los alimentos de bajo valor nutritivo y las bebidas no alcohólicas fueran un riesgo para la salud, expuso en el acto realizado en el auditorio Pablo González Casanova del IIS.
La universitaria recordó que en 2013 se promulgó una estrategia para erradicar la venta de productos chatarra en escuelas, y se grabaron fiscalmente bebidas azucaradas y productos procesados altos en sodio y grasas.
Se emprendió un plan para la prevención y el control de sobrepeso, obesidad y diabetes, con rubros principales, entre ellos terminar con la venta de esos insumos en las instituciones educativas; establecer un horario infantil donde no se permitiera su anuncio; y el etiquetado. A partir de 2020 cuentan con sellos negros y leyendas, y se dispuso no incluir en sus envolturas o publicidad personajes que fueran atractivos para los menores de edad.
García Calderón expuso que la industria de alimentos tiene un gran poder económico, y siempre que se quería avanzar, en términos de publicidad, se “descafeinaba” la ley para quitarle varias de las cuestiones más restrictivas, y se llegaba a acuerdos con los intereses de los anunciantes. En tanto, las organizaciones civiles han sido un elemento clave para supervisar y tomar medidas contra aquel poder.
La nota completa en la UNAM Global