Formar público, clave para la cultura tanto paga como gratuita
MORELIA, Mich., 11 de abril de 2024.- Tanto las instituciones culturales tienen la obligación de permitir el acceso de los ciudadanos a la cultura, como el ciudadano las posibilidades de acceder por su cuenta a ella, es por ello que se trabaja en la formación de públicos.
Sobre este tema, el director teatral Manuel Barragán, externó a Quadratín que cree en las dos posibilidades, y en ese sentido dijo que, por un lado, están las instituciones que tienen una labor y una obligación porque ya están ahí, y atienden los derechos culturales que tienen los seres humanos desde el momento en que nacen.
En ese sentido, aseguró que sí hay una obligación del Estado en proveer el acceso a la cultura, de vincular al ciudadano con el artista y con la obra de arte, sin embargo, tiene que existir la otra posibilidad.
Tiene que haber actividades gratuitas para todos en términos culturales, pero también está la otra posibilidad, ya que en el tema de la gratuidad que ofrecen las instituciones, al final no es tal porque se paga con el impuesto de las personas.
Todo este asunto es medio curioso, reconoció el artista, finalmente la gente que puede pagar es la que también asiste a los eventos en el teatro, con los teatros principales de la ciudad, y es un derecho ciudadano, porque también hacer esto cuesta, son meses de trabajo porque se invierte mucho tiempo en los ensayos, en hacer una producción e incluso en diseñar el cartel de una obra.
"Nosotros estamos tratando de reeducar y de formar públicos desde hace por lo menos 15 años. Aquí en Morelia he visto muchos grupos y colectivos que al igual que nosotros, abrieron sus propios espacios porque en los teatros oficiales es muy difícil que podamos acceder", manifestó y puso como ejemplos al Matamoros, al Ocampo y al Morelos, donde pueden acceder por parte de un programa o de alguna muestra solamente.
Sobre este tema, Cardiela Amezcua, ex secretaria de Cultura de Morelia, y responsable de contenidos artísticos del espacio El Agasajo, manifestó que como parte de la economía creativa, generan estos emprendimientos como El Agasajo y otros foros más que hay en la ciudad, y son empresas culturales.
"Como empresa, nosotros también tenemos la responsabilidad, pues pagamos una renta, pagamos servicios, tenemos también personal que está trabajando aquí, y los con los grupos que aquí se presentan vamos 70-30; 70 por ciento para el grupo y el 30 por ciento para el funcionamiento", detalló.
Estas economías creativas, indicó Cardiela, las cuales se mueven mucho en Morelia, siguen siendo invisibles en la ciudad, pero ayudan a que haya una cierta autonomía económica, y se han ido forjando a través de esta conciencia del pago de cooperación, "porque no le ponemos costo de boleto, no es un costo de boleto, sino una cooperación consciente que da el ciudadano y que se convierte en público de las artes".
En este sentido, Cardiela Amezcua expresó que si bien el Estado tiene que cumplir con su deber ante los derechos culturales, también la ciudadanía, así como consume el ir al cine o se compra unos zapatos, tiene el derecho del consumo cultural, "ahí es donde las empresas creativas estamos generando estas alternativas, que además cada vez hay más en Morelia y eso nos da una pujanza a nivel también de epicentro cultural muy fuerte, en el Centro Occidente del país".