Se compromete Araceli Saucedo a buscar medidas para mejorar economía
MORELIA, Mich., 5 de abril de 2024.- Las y los michoacanos lo saben, somos el proyecto de la unión y la reconciliación nacional, en donde la polarización y el encono no tienen cabida, porque aquí lo más importante es Michoacán y México, recalcó la candidata al Senado de la República por la Coalición Fuerza y Corazón por México, Araceli Saucedo Reyes.
En comunicado del equipo de prensa de la candidata destaca que en sus recorridos por el estado, entre porras, aplausos y algarabía, la candidata ha agradecido el apoyo decidido de las y los michoacanos por su respuesta tan cálida, entrañable, y contundente “de tal manera que se han vuelto el corazón mismo de este proyecto; un corazón que late fuerte y decidido, ¡un corazón al que nada lo detiene!”.
“¡Vamos a poner orden!, el triunfo de la Coalición Fuerza y Corazón por México va a permitir generar condiciones para la tranquilidad de las y los mexicanos, porque desde estados como Michoacán la exigencia es común: ¡queremos vivir tranquilos!, queremos que los gobiernos cumplan con lo que les toca, queremos dejar de vivir con miedo”.
Araceli Saucedo recordó que las problemáticas y necesidades en Michoacán son múltiples, por lo que ha pactado con la ciudadanía desde el proyecto que encabeza, generar medidas que reactiven la economía local, las fuentes de empleo, las posibilidades de desarrollo, estableciendo desde las leyes y desde acciones de gestión, los mecanismos necesarios para la reactivación económica, garantizando estímulos económicos y fiscales.
“Desde el Senado de la República trabajaré decididamente en torno a los tres grandes ejes que he planteado en esta campaña y que han venido nutriéndose con la opinión y aportaciones de la gente en cada uno de los recorridos que he realizado: seguridad y justicia, salud, y desarrollo”.
Recalcó que hoy las y los michoacanos dan un paso al frente para que se escuche su voz exigiendo resultados y participación en la toma de decisiones, exponiendo, proponiendo, supervisando la acción gubernamental, una voz que nadie puede ya callar porque es la voz de todas y todos.