Leer encuestas
Para quienes no les gustan los resultados de una encuesta la salida fácil es descalificarla bajo el supuesto de que está alterada o de plano inventada. Los encuestadores padecen esa respuesta pública y en lo privado un cliente que no ve reflejada su expectativa en los números muy probablemente suspenderá el servicio.
Las encuestas más confiables son las de instituciones independientes como universidades y medios de comunicación. Hacer encuestas es muy costoso y el cliente mayor de siempre han sido los gobiernos y en tiempos de campaña, partidos y candidatos, lo que reduce la autonomía e independencia del investigador. Las encuestas de El Financiero y Reforma tienen el valor adicional que las realizan sus respectivos departamentos de investigación, es decir, los encuestadores no trabajan para nadie más. Otras más las realizan de manera exclusiva entidades externas como es MetricsMx con SDP Noticias.
Las encuestas han fallado de manera repetida en el pronóstico del resultado electoral. Es un problema presente en todas partes durante la última década. La ciencia demoscópica está bajo cuestión por los pronósticos fallidos en entornos electorales y hay empresas de larga historia, como Gallup, que se retiraron de las encuestas electorales. El problema es real y sobrepasa la sospecha de alteración deliberada de los números del encuestador o de quien los difunde.
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