El evangelio hoy
Es el tiempo, Dios reina en Cristo
Matth, servidor de Cristo
El tiempo se ha cumplido, Cristo Dios actúa con poder. Lo nuestro es convertirnos, aceptar su Palabra y obedecerla.
En tu vida. Es Cuaresma, que transforma el ambiente de nuestra vida. Las cosas cambien: buscamos a Dios, con tiempo, toda la semana.
Hay cambios. Programamos un tiempo de escucha a la Palabra, la oración . Reflexionamos el comer, el placer del cuerpo.
Dios habla. Marcos con frescura, sencillez transmite las enseñanzas de Pedro en Roma a quienes se preparaban al bautismo.
Cristo, Dios que establece el reino de Dios con toda la sabiduría y el poder de hacer milagros, es el modelo. “Se retiró al desierto, donde permaneció 40 días y fue tentado po Satanás.
Se prepara la alianza definitiva que Dios hace con nosotros.. Esta alianza se anuncia con viva después del diluvio, la alianza que Dios hace con la nueva creación que renace de las aguas.
Son los hombres que recuerda Pedro en su carta Cristo murió. “Cristo murió… Fue a proclamar el mensaje… A los que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé… Cuando se construía el arca en las que… Ocho personas se salvaron”. Es una alianza que anuncia la alianza definitiva que sella Cristo con su sangre.
Aquella agua por palabra goma era figura del bautismo”. El agua del bautismo nos purifica y es el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios”. Pedro recuerda el misterio pascual.
La alianza alianza de Dios con los hombres que sella Cristo es para ahora. es tiempo de dejarse encontrar por Cristo, escucha darlo y preparar para la semana Santa de la resurrección esta alianza personal con Dios.
Es la riqueza salvífico, divina que encierran las prácticas de Cuaresma: escucha de la palabra, oración intensificada en tiempo y esfuerzo, la confesión que es reconciliación y la preparación para vivir plenamente el misterio pascual de Cristo, muerte y resurrección.
Cristo en tu vida. Vive de la fe, cambia muchas cosas en tu vida, haz lo que la Iglesia en nombre de Cristo te manda.
Cristo en la misa. Déjate conducir por Cristo, cambia lo que él te pida. Escucha la Palabra, comulga.