Tigres de Arena
Falsa transformación
Las dos semanas más recientes que han transcurrido son las más desastrosas del sexenio para el actual habitante de Palacio Nacional. Las tendencias en redes sociales, los reportajes de investigación contundentes contra su figura entre muchos más sucesos han marcado el inicio del declive de su fársica transformación.
En relación a su precandidata, el argumento más difundido por parte de ellos es que la continuidad es necesaria y que van a terminar de desmantelar el sistema construido por una minoría de castas e intereses contrarios al sentimiento popular. Una más de sus ficciones.
La estrategia de discursos polarizantes y difusión del resentimiento ya agotaron sus efectos. A diferencia del año 2018 donde encontraron un país enfurecido por el fenómeno de la corrupción, hoy dejan ellos un México lastimado por un conjunto de crisis donde la que resalta ignominiosamente más es la de inseguridad.
Hoy puede salir su precandidata o su presidente de movimiento a lanzar una consigna pero de inmediato el pueblo sobre el cual descansaron su espejismo los interpela y los aterriza sobre el México en llamas que todos los días se percibe desde diferentes estratos sociales.
En este contexto, por primera vez el presidente de México dejó ver la posibilidad de una derrota y por ello lanzó un conjunto de reformas sin pies ni cabeza para abrir un último frente en el poder legislativo con el cual distraer a la oposición.
La defensa de un proyecto que jamás tuvo resultados es uno más de los crasos errores de esta administración. La realidad aciaga se les ha impuesto y no hay dinero ni estrategia que pueda remediar el daño hecho a la nación.
El México de 2024 es uno muy diferente al de 2012 y no se diga al de 2018, y en un periodo muy corto de tiempo se ha visto caer al país a niveles críticos de vida por causa de la negligencia transformadora del que habita Palacio.
La falsa transformación creó una realidad desoladora para los mexicanos y no hay un contrargumento que pueda sostener que dicha visión de país es la que debe prevalecer.
La inseguridad se ha apoderado de casi todas las entidades federativas y hay grandes extensiones de territorio sin gobierno ni autoridades que garanticen la vida en sociedad. Las migraciones internas son ya un problema de Estado y no se vislumbra cuándo se pueda recuperar la gobernabilidad.
El problema de la mentira de la transformación predicada por los adeptos al presidente de México es que está fundada en un discurso sin bases y sin un respaldo en los hechos que haga viable su continuidad. De hecho, es hasta un equívoco pensar en continuar algo que jamás se asentó ni se inició; de ese nivel son las contradicciones en el oficialismo.
Por último, solo queda recordar que todo aquello que atacaron ellos es lo que hoy los tiene “sobre la lona” al haber fracasado políticamente y al haber resultado peores que aquellos a quienes defenestraron históricamente.
Con su pésimo ejercicio del poder ellos se transformaron en el enemigo que juraron destruir; en la semilla de su supuesta transformación se encontró su autodestrucción.
La vergüenza histórica es de su movimiento; México no olvida ni olvidará el daño sufrido.
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI
X: @CulturaCENPRI/@bismarck_ir
FB: @culturacenpri
Instagram: @bismarck_pri