LGBTQI
El respeto que merece una persona no alineada a la heteronormatividad, debe ser todos los días y en todos los lugares; es decir, la importancia de sumar voluntades, esfuerzos y responsabilidades para prevenir y eliminar todas las formas de discriminación y violencia contra la comunidad LGBTTTIQ+ debe ser en todos los ámbitos: el personal, el público y el social.
La violencia y la discriminación continúan afectando a la comunidad diversa sexual a través de diversas formas como la exclusión social, la violencia física, sexual, psicológica, la discriminación educativa, la laboral y desde luego, sus libertades y en general sus derechos humanos, así como los derechos sexuales y los derechos reproductivos.
Es imperante pensar en nuevos escenarios, como lo manifestaba el doctor Enrique Dussel, en su concepto de transmodernidad, en otro tipo de sociedad sustentada en valores, virtudes y principios, que nos aleje del consumismo, del hedonismo y que por otro lado, permita avanzar en sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de prevenir y eliminar la discriminación y violencia por orientación sexual, identidad de género, expresión de género y características sexuales.
Es decir, se debe continuar trabajando a favor de fortalecer entre la población en general, el pensamiento crítico, la autoconciencia, el manejo de la inteligencia emocional, y le agregaría la paz diversa sexual y de la cual escribí aquí mismo en Quadratin, que permita disminuir, incluso erradicar la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que siguen viviendo la comunidad LGBTTTIQ+, a la que le sumamos los despreciables discursos de odio, que muchos de ellos, han derivado en crímenes por odio.
Pensar en la homogeneidad, es decir, que una persona gay es idéntica a otra, es irreal; y lo es porque una persona gay vive interseccionalidad que atraviesan el acrónimo LGBTTTIQ+ (lésbico, gay, bisexual transgénero, transexual, travesti, intersexual, queer, o no binario y otros), es decir, una persona gay, puede ser afrodecendiente, de población originaria, con discapacidad, migrante, de color de piel no hegemónica o eurocentrada, viviendo en pobreza o precariedad, así, nada es igual a otro, por ello, pese a los avances logrados en materia de derechos para respetar la diversidad sexual y de género, vemos que continúan los mecanismos de opresión (invisibilidad, prejuicio, estigma, violencia, exclusión, discriminación, habitus, discursos de odio, y desde luego la muerte)
Por ello, es tan importante que las colectivas, las organizaciones de la sociedad civil, pero también los liderazgos, así como, las personas que viven en diversidad sexual deben de sumarse a construir una sociedad más inclusiva y respetuosa del ejercicio de la sexualidad y el género, si bien muchos de ellos lo hacen, muchos otros aun están en el llamado closet, o en la invisibilidad; de esta manera será necesario que las agendas de las colectivas, así como los representantes en los poderes Ejecutivo y Legislativo continúen promoviendo la igualdad y el respeto, nuevas leyes para la inclusión, así como el diseño de políticas públicas que garanticen los derechos de las personas LGBTTTIQ+.
Por ello, estamos convencidos en la importancia de continuar trabajando en novedosos programas de formación e información a personas servidoras públicas de los tres niveles de gobierno y la sensibilización de la sociedad en su conjunto, con un único objetivo, evitar la desigualdad social, la injusticia y la no discriminación. De ahí la importancia de que las leyes se modificaran para dar paso a las acciones afirmativas, y hoy, existan las condiciones para que lleguen personas que históricamente han vivido desigualdad, injusticias social y mecanismos de opresión por su condición afrodescendiente, originaria, mujeres, jóvenes, migrantes, personas con discapacidad a espacios para la toma de decisiones. Perfiles como el de Celeste Ascencio, nos permite comprender que una misma persona en interseccionalidad puede abanderar un proyecto para arribar a espacios de toma de decisión para promover la inclusión y respeto a la diversidad social, cultural, lingüística, étnica, afrodescendiente, dogmática, y desde luego sexual.